Cuando comenzamos algo, sea un proyecto o incluso una amistad o un amor, tenemos ganas de empezar algo nuevo porque pensamos que tarde o temprano se convertirá en algo grande.
Cada día que pasa tienes el ánimo de seguir con ello, el problema está cuando esas ganas desaparecen, cuando te desanimas y piensas que lo que haces no lleva a ninguna parte, que no vas a poder lograr el éxito o que simplemente has encontrado algo mejor que hacer, otra persona a la que querer u otro nuevo proyecto que realizar.
La constancia, sí, algo que aunque no parezca importante lo es y mucho. Hay que alimentar cada cosa que nos propongamos si no queremos en un futuro llegar a perderlo y luego sea tarde para arrepentirnos.
Constancia en el instituto, en las amistades, en el amor, en tus proyectos, constancia en tu vida.
Porque, ¿de qué sirve tenerlo todo a medias? No es una vida completa, es imposible estar plenamente vivo sin terminar tu proyecto de vida.
No se llega a la victoria sin antes haber luchado en la batalla.