No sabes porqué pero la rabia te consume. Agonizas, lo haces en silencio. No te escuchan pero en el fondo deserías que lo hicieran. Un grito de ayuda. Pides que obvien tu superficialidad, que te encuentren, que te comprendan. Pero nadie se da cuenta de ello, todo es rencor, incomprensión, eres lo peor que existe a los ojos de quien te mira.
Ojalá no nos dejáramos llevar tanto por nuestras emociones e impulsos en algunos momentos de nuestra vida...
Agonizamos en silencio,
Nos devoran,
No conocen nuestro anhelo
Nos destrozan.
Y gozan,
De nuestra triste reprimenda,
Aman el sufrimiento,
Disfrutan de la guerra.
De tu guerra,
La lucha entre dos sendas,
Odias,
Amas,
¿Cómo quieres que te entiendan?
La voz está cansada,
No puede gritar más,
No se manifiesta,
No es capaz de hablar.
Un grito de socorro,
Un simple hilo de paz,
Desea pedir ayuda,
Aunque no lo va a expresar.
Dudas que me acechan,
No controlo mi verdad,
Cuando eres tu mayor prisionero,
No conoces la libertad.
Libérame de esta cárcel,
de este inmundo pesar,
surruraba en silencio,
en mi triste soledad.
No me escuchan,
No me oyen,
Solo aprecian mi callar,
Si no lucho por mi duelo,
¿Quién evitará este mal?