Acompañante

XII

Yoongi apareció cinco minutos antes, vestido con un traje gris y una camisa negra sin corbata. Cuando abrió la puerta, sus ojos examinaron a Jimin desde el cabello recién cepillado hasta los pies descalzos. Luego su boca se alzó lentamente en una sonrisa.

Esa misma sonrisa urbana y sensual practicada.

Por alguna razón, Jimin se dio cuenta de que odiaba esa sonrisa. Sintió el impulso irresistible de golpearlo en la cara.

En cambio, preguntó sin rodeos:

—¿Nunca vistes nada más que negro y gris?

Yoongi  parpadeó y la sonrisa vaciló.

—¿Perdón?

—Cada vez que te veo, estás vestido de negro y gris. Me preguntaba si posees algo de otro color.

Yoongi levantó las cejas ligeramente y sus ojos se detuvieron en el propio atuendo de Jimin, intentando encontrar algo para debatirle. Pero Jimin  estaba usando negro y azul. Yoongi no dijo nada al respecto.
Jimin resopló cuando se hizo a un lado para dejarlo entrar.

—No estoy diciendo que algo  esté mal con el negro y el gris. Sólo estaba preguntando.

—¿Lo estabas?

Confundido por su expresión ligeramente divertida, Jimin se preguntó qué estaba implicando. Luego decidió estar contento de haberse librado de esa molesta sonrisa falsa.

—¿Tuviste una buena semana?— le preguntó, y lo siguió a la sala.

Yoongi puso su maletín sobre la mesa como de costumbre y se volvió para mirarlo.

—Normal, ¿tú?

—Bastante bien.

—¿Has probado el vibrador?

—Sí—, dijo, sonriéndole. —Es genial. Muchas gracias por conseguirlo para mí

—¿Algún problema al correrte?

—No. Quiero decir, una vez que me pongo de humor, puedo hacer que funcione bastante bien.

Jimin  estaba tan entusiasmado con el vibrador que había intentado usarlo todos los días. Pero descubrió que todavía tenía problemas para alcanzar el orgasmo si no estaba realmente excitado.

—Bien—, sacó una película, un tubo de lubricante y un par de condones de su estuche. —Entonces, en términos de los parámetros esta noche...

Jimin frunció el ceño.

—¿Parámetros?

—¿Quieres continuar como lo hemos hecho? Sé que tu intención originalmente era tener sexo por primera vez. ¿Tu elección de continuar con mis servicios implica que quieres probar algo diferente? Me complacería ayudarte a jugar una fantasía. La mayoría de los clientes que acuden a mí regularmente me prefieren para jugar un papel más romántico.

Un pensamiento al azar pasó por la mente de Jimin, y se preguntó si prefería interpretar papeles, fingir algo que no existía, actuar como alguien más que él cuando estaba con sus clientes.

Pero eso no era lo que él quería. Le haría sentirse falso, tonto y algo sórdido. Entonces sacudió la cabeza.

—Prefiero la forma en que lo hacíamos antes, si eso está bien. Sin pretender ni nada.

—Por supuesto —Dijo Yoongi  suavemente. —¿Vemos otras películas?

Jimin abrió la boca para decir que no la necesitaba realmente, pero fue golpeado por una inesperada oleada de vergüenza y desconfianza. De repente se sintió mortificado por la idea de admitir que estaba listo para irse a la cama de inmediato. Entonces él sólo sonrió, asintió y fue a sentarse en el sofá.