Acompañante

XV

Cuando los ojos de Jimin  regresaron a la cara de Yoongi, captó su mirada más abajo en su propio cuerpo. ¿Lo había estado mirando con deseo de la misma manera en que él lo había estado mirando? Pero sus ojos se ajustaron rápidamente, enfocándose en su rostro con una sonrisa casual. Jimin se sintió extrañamente cohibido y se miró a sí mismo.

Su hermosa camiseta de seda estaba arrugada y desarreglada. Su vientre y su cintura eran finos, pero sus caderas y trasero eran más curvos de lo que a él le gustaría. Fue agradable pensar que Yoongi había estado admirando la belleza de Jimin, pero no estaba del todo convencido.

Sin embargo, todas estas reflexiones daban a Jimin ideas tontas. Se dio la vuelta para mirar al reloj y se sintió aliviado al ver que aún no eran las diez.

Tenían mucho tiempo. Él ya había tenido tres orgasmos increíbles esta noche, y tenía a este hermoso y talentoso hombre a su disposición durante dos horas más. Un montón de tiempo. Le sonrió a Yoongi, sintiéndose notablemente satisfecho consigo mismo.

Yoongi rió entre dientes.

—¿Por qué de repente me siento como un pedazo de carne?

Jimin se rió también y espontáneamente rodó sobre él, amando la sensación de su cuerpo duro y delgado debajo de él. Ambos sonreían ahora, y sus miradas se encontraron y se demoraron. Algo cálido se apoderó de su pecho mientras se sonreían el uno al otro, y se inclinó inconscientemente antes de detenerse. Podría haberlo casi besado. Sin tener ninguna intención de hacerlo.

Era inevitable, supuso. Las líneas en una relación como la de ellos se verían un poco borrosas. En general, estaba haciendo un buen trabajo manteniendo las cosas claras.

Pero su corazón latía dolorosamente mientras miraba a Yoongi. Sus labios se separaron ligeramente y la expresión en sus ojos café oscuro se transformó de cálida y profunda a un poco confundida.

Distraído por el recuerdo de lo que había dicho el minuto anterior, Jimin frunció el ceño y preguntó:

—Realmente no te hago sentir como un pedazo de carne,
¿verdad?

Jimin aún sufría de culpa persistente por participar en la prostitución, incluso en un contexto como este. Y realmente no quería cosificar a Yoongi  más de lo que su profesión necesitaría.
Las cejas de Yoongi se juntaron y la sonrisa desapareció de sus labios.

—No. Tú no.

—Bien

A Jimin sólo le llevó un minuto recuperar su brillante estado de ánimo y emoción. Le sonrió a Yoongi de nuevo y le acarició el pecho con las palmas de sus manos. Jimin se sentó a horcajadas sobre sus caderas y pasó unos minutos explorando su cuerpo e intentando descubrir qué tipo de caricias le podrían agradar más.

A pesar de la cantidad de veces que él y Yoongi  habían tenido relaciones sexuales, en general, Jimin había recibido más de lo que había dado. Después de unos minutos de caricias - y algunos besos en su pecho y abdomen - Jimin podía sentir a Yoongi  tensarse debajo de él. Los músculos de su vientre y muslos se habían tensado visiblemente.

Sintió una extraña sensación de poder ante la capacidad de provocar tal respuesta en un hombre frío y sereno como Yoongi.

Jimin podía ver su erección crecer bajo la tela resbaladiza de sus boxers. Definitivamente lo estaba excitando. A menos que sólo estuviera haciendo lo mental y tratando de afirmar su confianza en sí mismo. Jimin frunció el ceño ante ese pensamiento.

Pero cuando sus manos se detuvieron en su cintura con una pregunta silenciosa y él asintió en silencio, tuvo problemas para creer que todo había sido una cosa mental. Él estaba sudando otra vez y su cuerpo estaba palpablemente tenso. Cuando bajó suavemente su ropa interior, su pene estaba casi erecto.