XIV

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Jimin untó loción con aroma a Vainilla en su cuerpo antes de ponerse una bata escurridiza que había comprado en Tokyo la semana anterior. Fue a sacar un sobre de dinero del bolso escondido y lo puso sobre la mesa en la habitación del hotel, justo cuando escuchó el zumbido de su teléfono celular.

—Hola, Hyun.

—¡Hola! Así que finalmente has vuelto, ¿verdad? Parece que te has ido para siempre. Supongo que te lo estabas pasando tan bien explorando lugares exóticos que no me extrañaste para nada.

Jimin se rió entre dientes. Había pasado cuatro semanas en Tokyo investigando para su nuevo libro y asistiendo a una conferencia internacional de ficción donde dio un taller sobre la escritura de romance. Había sido un buen viaje, y estaba contento. Pero se sintió como si se hubiera ido para siempre.

—¿Entonces, vendrás esta noche? Tengo cervezas y podemos pedir pizza.

—Tendremos que dejarlo para mañana—, dijo Jimin, regresando al baño para cepillarse el cabello.

—¿Por qué? ¿Qué harás esta noche?

Jimin se sonrojó un poco mientras miraba su imagen en el espejo del baño. Su cabello era brillante. Tenía las mejillas rosadas y su piel suave. Sus ojos brillaban de emoción. Estaba tan impaciente que sintió ganas de retorcerse, y todavía faltaban quince minutos para las siete.

—Tengo planes esta noche— Dijo vagamente.

Después de una breve pausa, JiMin exclamó:

—Lo verás esta noche, ¿verdad

—Hyun — Comenzó Jimin convirtiendo la palabra en una advertencia.

Hyun, por supuesto, lo ignoró.

—¡Tan pronto como llegas a Seúl, corres a sus brazos!

—No estoy corriendo a sus brazos—, dijo Jimin, un poco molesto por las implicaciones de su amigo. —Acabamos de programar un compromiso para esta noche.

—¿Una hora después de que aterrizas?

—Dos horas. —Corrigió Jimin. —Y así es como funciona.

—Sigues insistiendo en que esto no es serio, pero dime la verdad. Esto no es nada inspirado en Mujer Bonita, ¿verdad?

—¡No! Por supuesto que no. No soy un tonto. Me gusta Yoongi  y me gusta el sexo, y, le pago por sus servicios. No estoy pretendiendo que sea romántico. Es profesional.

—Bien. Haré de cuenta que te creo, pensé que todo esto era genial y divertido al principio. Pero me preocupo de vez en cuando. No lo estás usando como una muleta,
¿verdad?

—Por supuesto que no. — Jimin  suspiró. Sabía que su amigo realmente se preocupaba por él, y que realmente no podía entender su relación con Yoongi solo por escucharlo de segunda mano.
—Estoy buscando relaciones reales, además, ¿te dije que conocí a alguien? —dijo Jimin.

—¡Qué! —gritó Hyun. —¿Quién? ¿Cuándo? ¿Dónde?

Jimin se rió entre dientes, contento de la distracción.

—Preguntas como un verdadero reportero. Lo conocí en la conferencia de escritores. Él es de Seúl también. Es un abogado convertido en escritor. Nunca adivinarás quién es.

Hyun vaciló por un momento, obviamente buscando en su mente posibilidades de quien podría ser esa persona.

—Qué increíble sería si fuera ese Cha Sangwoo. Lo vi en un programa de noticias el mes pasado. Él tenía los jeans más deliciosos, ¡wow!

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