XXXVI

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Regresaron a la casa de Yoongi ya que estaba a solo unas cuadras del restaurante. Jimin no estaba seguro de que él lo hubiera propuesto, por lo que actuó como si entendiera y lo siguió allí después de que le dijeron adiós a Namjoon.

Había estado en su casa innumerables veces. No tenía que haber nada significativo en que él fuera allí esta noche. Pero el silencio de Yoongi en la caminata, reveló que sabía que sí lo era.

Entraron y Yoongi había cerrado la puerta antes de que finalmente hablara. Se enfrentaron en el hall de entrada y él preguntó:

-Entonces, ¿vas a decirme la intención final de tu pequeña investigación esta noche?

Jimin contuvo el aliento.

-¡No fue una investigación! De verdad. No quise decir...

-No tenía la intención de dar a entender que eras grosero o intrusivo-, interrumpió Yoongi, su rostro tranquilo y su voz incluso. -Pero hay algo subyacente a esto. ¿Me vas a decir qué es?

Gimiendo, se frotó el cuero cabelludo con frustración.

-Pensé que estaba siendo inteligente y sutil.

Yoongi se echó a reír.

-Estaba muy bien hecho. Pero te conozco muy bien, Jimin. -Cuando él lo miró fijamente, Yoongi le preguntó:- ¿Me lo vas a decir?

Como él lo había pedido, Jimin sólo lo soltó:

-¿Por qué no quieres tener sexo conmigo?

Él negó con la cabeza con una sonrisa triste.

-Pensé que eso podría ser de lo que se trataba este largo paseo por el carril de la memoria.

-Hablo en serio, Yoongi -, insistió él, temeroso de que Yoongi desestimara el asunto con su ironía característica. -Estoy feliz de esperar el tiempo que necesites si no estás listo, pero, ¿no puedes decirme qué está pasando?

La columna vertebral de Yoongi se puso rígida, casi imperceptiblemente. Se lamió los labios con lo que Jimin entendió que era vacilación. Pero cuando habló, su voz era natural, casi casual.

-Podemos tener sexo, Jimin. Por supuesto que podemos tener sexo.

-Pero-

-No estaba seguro si estabas listo. Pero, si quieres, podemos tener sexo esta noche.

Jimin se quedó paralizado en el lugar, confundido y desorientado. Tenía que haber sabido que él estaba listo antes de esta noche. No hubo evidencia de disimulación en su manera o tono, pero algo acerca de su respuesta no sonó cierto.

-¿Yoongi?

Él le sonrió mientras se movía más lejos en su desván.

-Seguramente, sabes cuánto me excitas. No estabas preocupado por eso, ¿verdad?

-No-, dijo, tratando de mantenerse estable. -Pero pensé... quiero decir, estabas... - Se detuvo y miró al suelo para poder concentrarse. Obligó a su mente a trabajar con claridad.

Yoongi caminó a través de la sala de estar hacia su dormitorio. Cuando su mente se aclaró lo suficiente, lo siguió y lo encontró de pie en la entrada de la habitación con una mirada de concentración en su rostro.

-¿Qué pasa?-, preguntó Jimin, agarrándolo por el brazo. Algo no estaba bien aquí, y él todavía no estaba seguro de lo que era.

Pero estaba empezando a tener una idea.

Yoongi lo miró distraídamente.

-Lo siento. Estaba tratando de recordar dónde puse los condones cuando los saqué de mi estuche. Sé que tenía un montón extra.

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