Jimin en realidad sí tomó una siesta.
Estaba cansado del viaje del día anterior, de la conferencia y de una mañana de paseo por Quebec, y necesitaba estar prendido esa noche, por lo que quería tener la energía suficiente.
Entonces, después de que Yoongi y él comieron tranquilamente en la terraza de un pintoresco restaurante, volvieron al hotel y tomó una siesta.
En cambio Yoongi tomó un libro y parecía perfectamente satisfecho de leer mientras dormitaba. Pero, cuando se despertó una hora más tarde y miró hacia su lado de la cama, vio que también se había quedado dormido.
Jimin lo miró por un minuto. El libro yacía en la cama junto a él, y una de sus manos descansaba sobre su vientre. Aún vestía la camiseta negra y los pantalones grises que había llevado todo el día, aunque se había quitado los zapatos y los calcetines. Nunca lo había visto durmiendo. Supuso que había dormido la noche anterior, pero había estado despierto cuando se durmió y cuando despertó. Por alguna razón, se sentía raro verlo dormir ahora.
Se veía diferente. Vio pequeños pliegues en las comisuras de sus ojos y notó una larga y tenue cicatriz junto debajo de su oreja derecha. Su pecho subía y bajaba con su respiración constante, y sus pestañas descansaban sobre su piel.
Una parte de él estaba fascinado por la humanidad de Yoongi. Por el hecho de hacer algo tan natural como dormir.
Pero también sintió una extraña sensación en su vientre. Una pesadez incómoda en su intestino. Él no sabía lo que era, pero no le gustó. Así que, con cuidado, salió de la cama y fue al baño, cerrando la puerta suavemente para no despertarlo.
Jimin decidió tomar un baño, ya que Yoongi estaba dormido y el banquete estaba todavía a más de tres horas de espera. Introdujo agua caliente en la bañera profunda y se remojó maravillosamente con aceite de baño perfumado con lavanda y miel.
Se sintió relajado y soñoliento cuando escuchó la voz de Yoongi desde afuera del baño.
—¿Jimin? ¿Estás bien?
—Sí—, respondió. —Sólo estoy tomando un baño.
Dio un pequeño chillido cuando la puerta se abrió. No se había dado cuenta de que su respuesta fue una invitación para que él entrara, pero aparentemente lo tomó de esa manera.
Yoongi entró al baño, descalzo y frotándose el rostro.
Jimin se aseguró de que habían suficientes burbujas en el agua para evitar que su cuerpo desnudo fuera el centro de atención de la mirada de Yoongi.
Cuando él se sentó en el borde de la bañera y sumergió ociosamente la mano en el agua, Jimin dijo con una sonrisa burlona:
—Tuviste una buena siesta. —Jimin sabía que su tono provocaría una reacción y no lo decepcionó.
Yoongi entrecerró los ojos e hizo un gruñido, Jimin se rió. Nunca sospechó que pudiera estar de mal humor al levantarse, y la idea le pareció extrañamente fascinante.
—¿Hace cuánto que estás aquí?—, preguntó, dejando que su mano flotara en el agua. —Se está poniendo fría.
—No lo sé. Una media hora más o menos. Estaba a punto de salir.
Jimin esperó, asumiendo que tomaría sus palabras como una señal de que debería abandonar el baño.
Pero no lo hizo.
Simplemente se apoyó en la pared de azulejos y lo observó con una mirada ociosa. Después de un minuto, habló:
—Pensé que ibas a salir.
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Acompañante
FanfictionLo contrató para tomar su virginidad, pero ahora él quiere aún más. Jimin puede ser un escritor de romance popular, pero nunca ha sido nada más que un fracaso con el sexo y el amor en su vida personal. Aún virgen a los veinticuatro años y cada vez...