Just One Night {Jungkook - BTS} [✓]

Capítulo 10: ¿Hyori?

[Min Hyo Ri]

—¿Por qué demonios no me dijiste eso antes Minsoo?— protesté con mis brazos cruzados.

—Hey, era mi pequeño secreto. Nadie lo sabía. Sólo yo y él.— puchereó.

—Hada madrina, pensé que yo era alguien importante como para contarle todos tus secretos. Tú sabes los míos.— hablé en voz baja. Haciéndome la dolida.

—¡Oye! T-tú también tienes secretos.— me acusó con su dedo índice.

—Eso es mentira. Yo no ten..— una notificación de mi celular hizo que dejara de hablar y prestarle más atención de la debida al aparato en mis manos.

Mis ojos casi se salen de su órbita cuando lo vi.

¡Jeon Jung Kook te ha enviado una solicitud de amistad!

No. Podía. Ser.

Esto tenía que ser una maldita broma.

¿Cómo diablos pudo encontrar mi perfil de facebook? ¿Será algún hacker famoso y que me acosa secretamente?

Empecé a revisar su perfil y como no me imaginaba, teníamos amigos en común. Claro, ¿qué más podía ser? Me burlé internamente por mi idea del hacker.

Bajé un poco más. Digamos que la curiosidad es una de mis virtudes. Había publicado hace poco una foto de él, sonriendo y haciendo un corazón con sus manos.

Dios...Que hermoso.

Deja de ser una stalker Hyori, ese chico está en secundaria.

Me recordó mi subconsciente.

Cientos de fotos seguían y yo me sentía un poco intrusa por entrar y apreciar su hermoso ser. Jungkook sería la causa de mi perdición. Estoy segura.

Me detuve en una que llamó más mi atención que cualquier otra.

¡Madre Santa! ¡Sálvame de no morir por este jodido Dios!

El chico de dieciocho estaba sin camisa, mostrando los tan definidos músculos que lo caracterizaban, dejando ver su tan perfecto tatuaje, haciéndome morder mi labio ansiosa de poder ver semejante obra maestra.

Está bien. Lo admito. Jungkook me gusta, pero es sólo eso, atracción física. ¿Quién no moriría por él? Es todo lo que una chica sueña.

"—Noona..."

De momento recuerdo como ayer estuvo a punto de besarme. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, olvidando la decepción que tuve cuando ese perro nos interrumpió. ¡Llámenme loca, pero quería besar cada parte de todo su perfecto cuerpo! Y claro, acepté su solicitud.