Just One Night {Jungkook - BTS} [✓]

Capítulo 22: Dashi Run (Parte 2 - Especial 2K)

[Min Hyo Ri]

La llegada a la playa Haeundae fue precisamente como lo esperaba, sintiéndome tranquila al ver las olas haciendo su danza nocturna.

Gracias al cielo había terminado el tedioso viaje junto al idiota de Jeon.

¿Qué derecho tiene de invadir mi espacio personal?

Malditos niños de hoy en día.

Los chicos ayudaban a Jin a sacar las cosas que habíamos comprado, mientras, las chicas nos fuimos a sentar, porque si, que trabajen un poco los hombres no les hará daño.

—Amo venir a la playa. Se siente tan bien.— Jinsoo cierra sus ojos, maravillada con la vista y el ambiente.

—Tienes razón. Fue una buena idea la de Jin.— digo y las tres asentimos complacidas con la hermosa idea del hombre guapo de Minsoo.

—¿Podrían ayudar un poco al menos, no creen?— mi mejor amigo nos mira con cara de frustración.

—Namjoon, mi amor, estamos cansadas.— Jinsoo le habla cariñosamente al moreno y este suspira cerrando sus ojos.

—Odio que me uses de esa forma, tonta.— llega a su lado y se sienta.

—Ah pero yo te digo que no y me arrastras a hacer lo que quieras. Pero bueno, así es la vida, los amigos quedan en el olvido.— digo dramáticamente, casi con lágrimas en mis ojos.

—No empieces Min Hyo Ri.— mi mejor amigo me reta y yo oculto una sonrisa.

—El mar está precioso, ¿no lo creen?— un Jimin emocionado corre a mojar sus pies en la orilla.

—Si, la verdad es que no fue una mala idea.— Jungkook asiente, con los brazos cruzados, fijando sus ojos en el cielo infinito.

Joder, no me lo pones fácil Jeon.

Se veía tan... inocente.

Pero no. Él es otro más del gran montón de hombres idiotas que hay en el mundo. Y todavía es un niño.

—Hola bonita.— un susurro proveniente de mi pelirrojo favorito me hace estremecer y sonreír.

—Hola Hobi. Te estabas tardando mucho.— le recriminé con un puchero.

—Bueno, eran muchas botellas de Soju.— explica mientras se sienta a mi lado. Yo dejo caer mi cabeza en su hombro derecho, mirando la oscuridad del agua, dónde el universo de estrellas se reflejaba.

Por más que lo quiero evitar, el ojitos de Bambi llega a mis pensamientos, y lo miro, porque es un deleite mirar lo hermoso de sus ojos y recordar lo delicioso que fue besarle.

Dios...estoy jodida.

Aparto mi mirada del chico de dieciocho años que me tiene la cabeza hecha un lío. Me acurruco más a Hoseok, buscando algún tipo de refugio a la insistente mirada del muchacho pelinegro.

—¿Tienes frío?— Hobi me pregunta en voz baja.

La verdad es que no, no hace tanto frío, la noche está fresca. La realidad es que no quería seguir cayendo en la tentación que es el niño de secundaria Jungkook.

—No. Solo quería estar así. ¿Te incomoda?— miento descaradamente y me reto a mí misma por decirle que si a este maravilloso ser de luz que es Hoseok, y sé que me voy a arrepentir luego de todo esto.

Él comienza a reír. Una risa bella y melodiosa, pero no tenía comparación con la de Kook.

Dios mío que estás en el cielo, ayúdame con mis sentimientos.