|Serendipia|

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— Le entregaste el collar? — Namjoon observó al chico y asintió — Bien, estoy seguro que eso le ayudará.

— Pero no pude dárselo en sus manos, se lo di a Yongsun — El pelirrojo esperó que continuara — Jeon no me dejó acercarme y además así es más seguro.

El chico golpeó la mesa furiosa, Namjoon negó despacio y sólo atinó a dejar su maletín en su sitio, necesitaba relajar sus músculos, habían pasado muchas cosas en pocos días.

— Nam, necesito que lo mantengas vigilado.

El alto no dijo nada y bebió su copa, sentía un poco de asco por lo que había tomado en casa de Jeon, aún le resultaba desagradable el sabor de la sangre humana, pero debía guardar apariencias, era la única forma de mantenerse cerca de Jimin y de ellos.

— No tienes que pedírmelo, sabes que siempre estaré cerca de Jimin — Se sacó el saco y la camisa, deslizando un suave polo dos tallas más grande — Así que tú sólo haz tu parte.

Unos joggers negros abrazaban las piernas del alto, el cuarto era cómodo, lo suficiente para dos personas y lo que sucedía dentro.

Un círculo dibujado con sal en el centro, y un triángulo dentro de este, tres cuadrados en cada punta del triángulo, velas encendidas y las cortinas cerradas, eso era suficiente para intentarlo una vez más.

— Estás listo? — El pelirrojo asintió.

— Ventus euros, umbra quae noctem tegit, ubi verum amorem manifestat — Las palabras en latín se deslizaron y una luz apareció rodeando el círculo, las cosas comenzaron a temblar y las velas parpadeaban — erumpere a te carcere et ducere viam...

Namjoon se acercó al ver cómo el chico botaba sangre, pero este no le permitió su ayuda, necesitaba hacerlo, era su deber y el único que podía realizar un hechizo de esa magnitud y soportarlo.

Pero cayó rendido y sin resultados, golpeó el piso con fuerza y gritó con frustración, los días se acortaban y aún seguían sin saber dónde estaba el príncipe.

— Hoseok está bien — Lo ayudó a levantarse y lo sentó sobre la cama — No trates de sobre esforzarte, lograremos dar con él.

— Nam el tiempo se acaba — Limpio su boca sintiendo el sabor metálico de su propia sangre — Este hechizo sigue sin salirme porque hay algo poderoso que está impidiendo su desarrollo, creo saber quién lo causa — Miró los dulces ojos del alto — Debes buscarlo y eliminar ello.

Kim se tensó, su cuerpo se incorporó de inmediato alejándose del pelirrojo como si estar cerca le quemara.

— No puedo.

— Sí puedes y es tu deber Namjoon — Hoseok dirigió sus rojos ojos directo a los marrones del chico — Hazlo por él, por todos nosotros, sabes lo que pasará si vuelve a ganar.

El rubio comenzó a caminar de un lado a otro mientras pensaba en los pros y contras, era cierto, si el soldado negro ganaba una vez más todos pagarían el precio nuevamente, muchos conocían la historia, pero la versión modificada, solo 8 de ellos sabían la verdadera historia, pero uno no estaba en las condiciones, otro estaba causando todo esto y a otro debía eliminarlo...

— Namjoon... — Hoseok lo nombró, pero su mente volaba en recuerdos — Namjoon!! — Llamó más fuerte para hacerlo reaccionar.

— Ya Hoseok!! Ya lo sé! — Gritó sorprendiendo al pelirrojo — Pero no es fácil, mierda me estás pidiendo prácticamente que mate a alguien de mi familia.

Hoseok se levantó y lo abrazó con fuerza, depositando un dulce beso en su cuello y hundiendo su rostro en este, entendía el sufrimiento de su novio, y sabía que lo que le pedía no era fácil, pero era lo necesario.

Mine • kookmin • Donde viven las historias. Descúbrelo ahora