Mine • kookmin •

|Hechizo|

Taehyung había aparecido en el castillo y estaba extraño, como si tuviera alguna lucha interna de la cual no podía escapar, se veía cansado, pero el rubio tampoco sabía si podía confiar en él.

— Mimi — Se tiró sobre el rubio, abrazándolo con fuerzas — Te extrañé muchísimo.

Jimin se separó mirándolo a los ojos por unos segundos y sólo lo jaló hacia su torso abrazando al amigo que no había visto por 500 años, lo había extrañado con locura, algo muy en su interior siempre le gritaba que debía estar con él y protegerlo, así como ese algo siempre le hizo sentir mala espina acerca de Jeon, bueno, acerca del Jeon que rondaba cerca suyo.

— Taehyungie — El castaño abrió los ojos con fuerza, Jimin sonrió con ternura por su expresión — Soy yo, recuerdo todo, bueno, siempre fui yo, sólo que aún no despertaban mis recuerdos del pasado.

Él asintió y limpió las traviesas lágrimas que habían descendido por sus mejillas, tenía una sonrisa llena de felicidad en su rostro, lo adoraba, tal vez demasiado para su propio bien.

— Cómo estuviste todo este tiempo?

— Tú como me ves? Por supuesto que estuve bien.

— Tae por favor, no quiero la versión que le dices a todo el mundo — Tomó sus manos apretándolas con fuerza — Quiero la verdad, la que mi mejor amigo siempre me diría.

Kim suspiró y apretó sus labios con fuerza, su cabeza asintió, pero poco a poco sus ojos se empañaron y las lágrimas comenzaron a desbordarse, trataba de detenerse pero le era difícil, más cuando ahora tenía al frente con quién más se sentía culpable.

Jimin lo abrazó con fuerza y acariciando su espalda logró calmarlo lo suficiente para que el alto pudiera hablar, se tenían eso era lo importante.

— Yo, lamento mucho lo que hice en el pasado Min, nunca fue mi intención que ambos pasaran por ello — Miró al rubio tragando con fuerza — Aún no recuerdo cómo es que llegué a caer en manos del soldado negro, todo es borroso, sólo recuerdo que cuando desperté tú habías muerto y Seokjin me había sacado de un hechizo — Park arrugó la frente extrañado, había algo que no cuadraba.

— Tae, tú no recuerdas el rostro del soldado negro? — Preguntó con cautela.

— Tú puedes recordarlo? Yo no puedo, sólo veo una mancha oscura y cada vez que intento recordar termino desmayándome, así que mamá me prohibió exigirme.

El más bajo asintió, estando de acuerdo con la señora Kim, sería absurdo tratar de hacerle recordar a Taehyung el rostro de alguien que lo había asesinado y que claramente recordaba bien.

— Tú...

— No yo tampoco, tengo recuerdos confusos de ese día — Sabía que debía mentirle — Puedo recordar ir contigo a su encuentro, pero las palabras que nos dijimos y lo que hicimos es confuso — Bajó la cabeza, era la única forma en que podía evitar los ojos de Kim, sin traer sospechas.

— Has hablado con Kook?

Asintió y alejó ligeramente su cuerpo, era como si escuchar preguntar por el psicopata de Junghyun usando el nombre de Jungkook le quemara.

Todo estaba muy mal, y le asqueaba tener que fingir creer que Junghyun era su esposo, era su cumpleaños ya, pero sentía que todo recién iniciaba, por supuesto aún era incapaz de recuperar todo su poder como vampiro real, sentía algo que le instaba a querer salir del castillo.

— Sí, fue la primera persona que vi cuando desperté — Sonrió, podía hacerlo, podía fingir dulzura.

— Hablaron? Confías en él?