|Ángel caído|

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Sabía lo que vendría o al menos lo sospechaba, lo que había sucedido con Sun el día anterior era la señal de ello, necesitaba prepararse, Jimin sabía que esta era la única oportunidad, la única en un millón.

— Amor — Besó su cuello tratando de distraer al rubio sin éxito alguno — Amooor — Se quejó como un nene chiquito.

— Kook, sólo dame unos minutos — Suspiró — Te prometo que estaré contigo apenas haga esto si?

El pelinegro lo observó y mordió su labio haciendo una mueca, asintió y se levantó saliendo de la habitación.

Sabía que su prometido necesitaba tiempo y espacio para realizar aquel hechizo, así que iba a esperarlo en la sala, Jimin siempre le había parecido un chico increíble, una persona excelente, un rey perfecto y sobre todo un novio amoroso, él era todo lo que siempre había soñado, todo eso y mucho más.

Su teléfono sonó sacándolo de su ensoñación, era un mensaje de él, de quien le estaba ayudando, lo abrió y su ceño se frunció, mierda era un texto en latín antiguo, muy antiguo, habían pasado más de 400 años desde que había leído algo, porque cuando nació ya no se hablaba tal lengua, se hablaba el latín moderno, este latín antiguo solo se encontraba en los libros de historia, le iba a costar mucho trabajo, pero tenía tiempo hasta que Jimin terminara el hechizo.

3 horas habían pasado y solo había logrado descifrar las primeras dos palabras "Yo no...", lo siguiente era una palabra que no recordaba, no entendía qué podía significar aquello, y eso le estaba haciendo doler la cabeza.

Quién podría tener un libro de latín antiguo?

Recordó a su cuñado hablando miles de veces sobre historia de miles de países y recordó la inmensa biblioteca que tenía, supuso que aún tendría algún libro de latín antiguo con suerte, así que tomó sus llaves y salió no sin antes dejar una nota para Jimin avisándole donde iba.

El hechizo estaba a mitad de curso, necesitaba concentrarse y terminarlo, su yo del pasado sabía lo que sucedería y por eso había aceptado su muerte sin luchar, por eso había entregado el collar a su hermano, porque todo tenía que suceder tal y como debía para que se cumpliera la profecía de los libros antiguos, más de 100000 años llevaba en la familia Park y solo la realeza tenía acceso a ella.

Su padre se la mostró y lo supo, en el fondo sabía que la profecía se cumpliría con él al mando.

"Y así de las sombras surgirá, el caballero negro con su espada el eclipse a la mitad partirá y así la luna que en el cielo brillante estaba se desvanecerá"

Poético y hermoso si lo escuchabas, terrorífico si sabías interpretarlo, y esperanzador si leías la parte oculta que nadie había notado y que solo apareció ante la persona que cumpliría con aquella profecía.

"...pero no sucumbas ante la desesperación, pues el alma del ángel caído renacerá y todo terminará al pagar el precio final."

Jimin había visto la profecía, toda ella cuando su desesperación explotó en su interior al saber sobre la muerte de su esposo, sabía que tenía que irse, sabía que todo debía suceder muchos años después, sin embargo la última parte de aquella profecía seguía alertándole.

Aquel hechizo estaba entrando en su fase final, su mente se estaba conectando con aquel poder que había estado cultivando por 500 años y que obtuvo al ser asesinado, debía desencadenarlo de su interior.

Su abuela le habló de este, Yongsun le enseñó la forma y ahora solo debía lograrlo con éxito, por todos, porque el destino de todos estaba en sus manos y era consciente de ello, porque había hecho una promesa y debía cumplirla.

Mine • kookmin • Donde viven las historias. Descúbrelo ahora