treinta y seis

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~ Scarlett ~

—¿Estás segura, Scarlett? Harry se va en una hora para Seattle, tú lo dejaras ir. Tomar un tiempo es como romper, todos lo saben. ¿Qué tal si él estando allá se enamora de alguien más? ¿Qué tal si rehace su vida y se olvida de ti?— reprochó Charlotte, viéndome preocupada.

Toda la noche anterior me había quedado pensando sobre el tiempo que acordamos Harry y yo. Y sí, Charlotte tiene razón. Harry simplemente puede olvidarse de "nuestro espacio" estando él allá. Quiero tomar el tiempo, quiero despejarme, pero sé que si me tardo, Harry puede encontrarse a alguien más. Lo amo, y estoy siendo egoísta tomando yo todas las decisiones. ¿Qué puedo hacer para saber si hago lo correcto?

—Piénsalo, él es el padre de tu hijo— dijo, tomando mi hombro en forma de consuelo —Lo necesitan, y él te necesita. ¿Cómo crees que se sentiría Harry al saber que lo alejaran de su bebé y de la mujer que ama? Así hasta no se cuanto tiempo.

—Me siento tan mal, y sé que tienes razón— aguanté mis ganas de soltar en llanto —Pero temo sufrir, Charlotte.

Ella hizo una mueca, Charlotte sabía muy bien cuanto había sufrido. Me dio un abrazo que duró unos cuantos segundos, se separó de mí y salió de la habitación dejándome con miles de dudas. Me levanté de la cama, pero antes de salir, veo a Louis entrar con una pequeña sonrisa.

—Estoy jodidamente contento, ¡tengo empleo!— dijo emocionado y yo sonreí levemente, estaba feliz por él —¿Estás bien? Uh lo siento, que idiota soy... claramente no lo estás.

—No pasa nada, Lou— me puse un suéter encima —¿Podemos hablar más tarde? Saldré un rato.

—¿Quieres que te acompañe? Creo que nevará dentro de un rato— me miró preocupado, pero yo negué con mi cabeza.

—Mm, no... es que, iré aquí con Harry, me... despediré de él.

—Está bien, cuidado preciosa— besó mi frente y yo salí de ahí con mis mejillas sonrojadas.

Hacía bastante frío afuera, mi suéter era lo suficientemente delgado para cubrirme bien del frío. Mi nariz la podía sentir rojiza por lo congelada que estaba. Metí mis manos dentro de mi sudadera y toqué la puerta de la casa de Anne, quien me atendió Matt al instante con una sonrisa.

—Scarlett, ¡hace tiempo que no te veo!— sonreímos —Ven pasa, Harry esta...

—Hola Matt, y no, no... yo, hablaré con él aquí afuera— dije, alzando mis hombros con una sonrisa tímida.

—Entra, no quiero que te enfermes— dijo Harry, apareció detrás de Matt.

Entré y el calor acogedor invadió mi cuerpo. Miré alrededor y miles de recuerdos aparecieron en mi mente, ya que hace mucho que no ponía un pie aquí. No me había dado cuenta que Matt se había marchado, así que estaba sola con Harry en la sala. Se sentó, y yo me senté a su lado, en un silencio bastante incomodo.

—¿Así que te vas dentro de un rato?— pregunté, viéndolo —Conseguiste un vuelo demasiado rápido.

—Fue difícil, ya que ha estado nevando mucho, pero conseguí un vuelo dentro de unas horas más, por eso debo de estar allí dentro de 40 minutos— murmuró, cabizbajo.

—Harry...

—¿Y cómo está Louis? He visto que vive en la casa de tus padres junto contigo y Charlotte— comentó, sin prestarme mucha atención.

—Estamos bien, eh— carraspeé, era mucha incomodidad.

Bajé mi cabeza un poco, viendo mis dedos jugar con nervios. Quería decir tantas cosas pero un nudo en la garganta me lo impedía. Miré sus maletas junto con las de Matt delante de la escalera. Dentro de poco se iría y yo seguía sin decir palabra alguna. Dejé salir un suspiro y me giré a verle, mirando cómo me veía al mismo tiempo.

—¿Estaremos bien?— comienzo, trabándome con mi propia lengua —Es decir, que estemos separados no significa que, ¿estemos peleados, cierto?

—No, estamos bien— sonrió en forma de mueca —Sigo amándote Scarlett, de verdad que te sigo amando.

—Bueno...

—Déjalo, se lo que sientes ahora— se paró del sofá —Iré llamando un taxi antes de que comience a nevar. Tal vez, deberías irte a casa a descansar.

Caminé hasta él y comencé a besarle levemente, hasta llegar a un extremo en la que nuestras lenguas danzaban. Al principio, él se sorprendió, pero no dudó en seguirme el ritmo. Con sus manos, rodearon suavemente mi cintura y me apegó más hacia su torso, profundizando más nuestras bocas.

—Harry, te amo— murmuré, viendo sus ojos llenos de un brillo especial —Por favor, cuídate.

—Por lo menos lo intenté— masculló, soltando mi cintura —Si de verdad quieres esto, está bien. Yo sin embargo, no puedo imaginar una vida sin ti. ¡Espero seas feliz Scarlett, que el capullo de Louis te haga sentir de la forma que no pueda hacerte sentir yo!

Mis lágrimas salieron, vi como cogió sus maletas y se salió de la casa, echando sus cosas en las escaleras de afuera para esperar el taxi. Salí, viendo su perfil fruncido en lágrimas.

—La verdad duele— dijo él, sin verme —Seguramente me dolerá siempre verte con otra persona.

—¿Y crees que a mí no me duele? Dime que no estás jugando conmigo, y si es real lo que sientes por mí, lo intentaremos.

—No estoy jugando contigo, Scarlett.— me miró molesto y con sus ojos llenos de lágrimas —Ya no somos adolescentes como para jugar este clase de juegos, si te digo que te amo, es porque te amo.

—Creíste más en ella que en mí.

El taxi llegó, estacionándose frente a nosotros. Harry llamó a Matt a gritos y él vino con sus maletas, cerrando la puerta con una copia.

—Intenté salvar lo que teníamos, pero... creo que nunca se podrá— dijo, para luego meterse al taxi junto a Matt, yéndose posiblemente, para siempre.

Comenzó a llover y yo me quedé ahí afuera llorando. Yo también tenía la culpa, había tantas razones en la cual yo podría ser la culpable. Pero estaba harta de sufrir yo primero, no dejaré que nadie vuelva a hacerme daño. El pasado está muerto, ¿por qué recordarlo? Estoy acostumbrada a que me decepcionen, toda mi vida siempre fue así, hasta que conocí a Harry. Por un momento, me sentí especial a su lado, nadie me entendía y él parecía que fuese el único que lo hacía. Pero como siempre, terminé con el corazón roto. Nos perdonamos, pero ¿para que lo hiciera de nuevo? Ya es el colmo.

Caminé sobre la lluvia, nada me importaba en este instante. Cogí un taxi, después de haber estado esperando por él casi media hora.

—Hacía el aeropuerto, por favor— pedí, cerrando la puerta.

Hay más cosas buenas que malas. Recuerdo tantos sucesos inolvidables que viví junto a Harry. A veces solemos tener la culpa de tantas cosas, pero cuando de verdad amas a alguien, sabes que jamás la dejarías, o en este caso, lo dejarías ir.

Bajé del taxi, pagando con un billete que tenía en mi bolsillo. Hacía bastante frío y más porque estaba lloviendo y estaba empapada. Pero si quiero hacer lo correcto, debo hacerlo. Corrí por todo el aeropuerto, olvidando lo mal que estaba con mis heridas en mis costillas. Pero me importaba más él que nada.

— ¡Harry, Harry!— corrí, viéndolo en una de las sillas de espera junto a Matt, me vio y se sorprendió —¡He cometido errores también!— me detuve delante suyo, el aire me faltaba.

—Joder, ¿¡estás bien, linda!?— me tomó por los hombros —Haz corrido bastante y además, estás en malas condiciones...

—¡No me importa!— le grité exhausta, sonriéndole muy cansada —Te amo, te necesito y lo siento.

La vista se me nubló, y cada vez me faltaba más aire. Oí como de fondo la voz de Harry gritar, uniéndose con la de Matt. De pronto, todo lo que vi fue oscuridad, sintiendo mi cuerpo caer a sus brazos. Al menos lo solucioné, logré lo que él quería escuchar, lo que ambos queríamos saber.


Again | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora