doce

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~ Harry ~

Era media noche y el problema aún no se resolvía. Intenté llamar varias veces al señor Evans para aclarar todo este lío, pero en ninguna de mis llamadas contestó. Scarlett y aquella chica llamada Selena estaban sentadas en el sofá. Scarlett estaba con la vista fija en el suelo, y Selena solo estaba fruncida sobre el lugar.

—No contesta— apagué mi móvil y las miré, Selena alza su vista hacia mí y ríe un poco sarcástica.

—Ni creas que me iré de mi propia casa— negó varias veces —Lo siento, pero yo me quedo aquí.

—¿No podrías llamar al menos a tu padre?, solo, para solucionar el problema— dijo por primera vez Scarlett en la conversación.

—No puedo— dijo viendo de nuevo al suelo —Estoy peleada con él, no pienso llamarlo.

—¿Es por eso que estas aquí en París?— pregunté confundido, ella asintió.

—Tuve un problema con él y mi madre. Salí de Seattle porque ya no los aguantaba, aunque fueran mis padres, me largué aquí, yo tenía una copia de su llave— suspiró, se notaba triste —De todas formas, no tengo porque contarles esto— cambió su voz a un tono más serio —¿Se irán, o qué?, no pienso irme.

—Estoy intentando comunicarme con tu padre, pero joder, no contesta— murmuré algo tenso, ella rodó sus ojos y sacó su celular.

—Solo porque quiero arreglar el asunto— comenzó a teclear y esperó a que su padre la atendiera. —Vamos, contesta. Quiero dormir.

Scarlett me miró, sus ojos estaban adormilados. Me acerqué a ella y la abracé, ella respondió fuertemente. Besé su cabeza y recargué la mía con la suya.

—No contesta— se giró a vernos —Ya lo intente tres veces.

—Bien, es tu casa y lo entiendo— tomé la mano de mi chica —Nos iremos a un hotel, perdón por la confusión y sobre todo por haberte molestado.

Iba a pararme, pero Selena se apuró en detenernos.

—Bueno, pueden quedarse. La casa es demasiado grande, pueden tomar una habitación y quedarse el tiempo que ocuparán, luego llamamos a mi padre para solucionar esto. — murmuró viéndonos —Mi padre no sabe que estoy aquí, así que no es su culpa ni la de él haberles prestado la casa. Ustedes, no sabían. No es justo que los corra.

—Gracias— sonreí ante lo que dijo, ella asintió con una pequeña sonrisa.

—Gracias Selena— dijo Scarlett tímidamente —Lamento haberte molestado.

—No hay de que, casi me matas de un susto pero no hay problema— dijo entre risas y caminó de nuevo hacia el sofá para tomar su manta y subir las escaleras. —Buenas noches.

Esa chica era muy extraña. No cabía en mi cabeza que ella es la hija de mi jefe, jamás se me pasó por la mente al verla, creí que nos habíamos equivocado, aunque lo dudo, la dirección estaba correcta. Tomé nuestras maletas y subimos a cualquier habitación, teníamos sueño y queríamos descansar. Al entrar, iluminamos el cuarto y vimos una inmensa cama, se veía tan acogedora en este momento.

—Tengo mucho sueño— se derrumbó Scarlett sobre la cama —Dios, esto es tan suave.

—Lo imagino— me acurruqué a su lado.

Tomé su rostro entre mis manos y comencé a darle pequeños besos sobre sus labios. Nuestro beso comenzó a volverse desesperado, pero ella me detuvo alejándome con sus manos en mi torso.

—No lo haremos ahorita Harry— comenzó a reír en voz baja.

—¿Por qué no?— me quejé con un gemido de desesperación.

Again | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora