uno

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~ Harry ~

Después de un largo día, entré al departamento en donde vivíamos Scarlett y yo, ya teníamos un año viviendo juntos, las cosas entre nosotros iban de maravilla, eso no se los podía negar, cada vez me sentía más enamorado de ella, por más cursi que suene.

Dejé las llaves de mi auto sobre la mesilla del pequeño comedor. La dulce voz de Scarlett cantando 'Shake it Off' de Taylor Swift resonó por todo nuestro departamento, aquel fuerte sonido de su voz provenía de la cocina, así que sin más fui hacia allá.

Y ahí estaba, cantando mientras movía graciosamente su cabeza hacia adelante. Tenía puesto un delantal rosa, cortaba rajas de zanahorias sobre el tablero de cocina, y los echaba en la olla hirviendo.  

And the haters gonna, hate, hate, hate.

—Siempre me ha encantado como cantas— dije apoyado sobre la pared, sonreí divertido cuando se giró a verme sonrojada

—¿Ya llevas mucho tiempo aquí?— preguntó avergonzada con sus mejillas acaloradas, simplemente adorable.

—No, acabo de llegar— me acerqué a ella para plantear un suave beso sobre sus labios —¿Haces la cena?

—Sí— sonrió con obviedad —Te va encantar, es tu comida preferida.

—Uh, no sabes cuánto te amo— la tomé de los costados y la cargué mientras ella reía

—¡Harry, bájame, mis pies no tocan el suelo!— me uní a su risa —¡Harry, basta!

—Ya, ya, lo siento— la bajé mientras besaba su cabeza —Había olvidado lo pequeña que eres.

Ella quitó su sonrisa, y la cambió por una mirada seria dirigida hacia mí.

—Oh vamos Scarlett, no te enojes bebé— intenté tomarla del brazo, pero ella se giró para seguir cortando las verduras sobre la tabla.

—Ya sabes que no me gusta que me digas enana.

—Te dije pequeña— corregí, ella frunció más su ceño —Sabes que bromeo, linda.

Ella no dijo más y siguió con lo suyo. Estaba de espaldas, lo cual aproveché para abrazarla por detrás y depositar pequeños besos sobre su cuello, cosa que agradecía que tuviera una coleta alta el día de hoy porque así tenía mucho más accesibilidad para besarle ahí mismo.

—H-harry, basta— jadeó mientras se encorvaba por mis continuos y lentos besos sobre su cuello —Vamos a cenar, bebé.

—Mmmh— respondí a la vez que me alejaba de ella —Bien, vamos.

La cena transcurrió como siempre, entre charlas, cumplidos y malos chistes míos a lo cual ella reía.

—Falta unos cuantos meses para navidad— bebí de mi vaso —¿Piensas a visitar a tu familia?

—No lo sé, llevó tiempo sin ir a Holmes Chapel, y muero por visitarlos— me miró frunciendo sus cejas —Pero sabes que estamos ocupadísimos aquí en Seattle terminando nuestras carreras, así que la verdad no sé.

—Sí es verdad, pero también deseo ver a mi familia, ellos siguen allá— tomé un bocado de mi plato y me lo dirigí a la boca —Tal vez podamos planear de poco a poco las cosas e ir a visitarlos para navidad.

—Suena bien, eso lo veremos.

Seguimos cenando en silencio. Ella paró de comer, y se quedó quieta sobre su lugar sin hacer ningún movimiento, su mirada estaba fija en algún lugar de la mesa, y eso me preocupó.

—¿Estás bien, amor?— pregunté con angustia, lo cual ella tapó su boca con la mano y sin responderme, salió disparando hacia el baño.

Corrí detrás de ella, y la miré ahí expulsando todo sobre la taza del baño. Me hinqué a su posterior y tomé su cabello que se posaba delante de ella, lo sujeté apartándolo.

—¿Estás bien?— dije desesperado mientras la veía bajar el inodoro —¿Te sientes bien?

—Sí, solo fue un simple mareo, nada más— se paró del piso al mismo tiempo que yo lo hacía

—No es normal que vomites, ¿quieres que te lleve al doctor?

—No Harry— rió mientras negaba con su cabeza —Me siento mejor ahora, ya sabes, el estrés me ha estado afectando mucho últimamente.

—Bien, solo por esta vez eh— intenté besar sus labios, pero ella me alejó poniendo su mano en mi pecho —¿Qué?

—No creo que quieras besar a alguien que acaba de vomitar.

—¿Qué tiene?— me acerqué de nuevo pero ella se alejó riendo

—Enserio, ve y termina de cenar, cepillaré mis dientes— sus delicadas manos se posaron en mi espalda y me empujaron hacia afuera del baño

—Ahora me debes dos.

(...)

10:54 p.m. marcaba el reloj sobre la mesilla de noche. Scarlett leía un libro sentada sobre la cama, la luz de la lámpara de lectura la reflejaba. Yo estaba a su lado mirando al techo con aburrimiento, totalmente frustrado.

7 minutos pasaron. Yo solté un suspiro al verla ahí leyendo aún su libro, pero yo la interrumpiría.

Necesitábamos un poco de acción.

Cambié mi posición quedando encima de ella. Bajó su grueso libro y me miró alzando una ceja confundida.

—¿Qué haces ahora, Harry?— rió de una manera divertida lo cual me hizo sonreí

—No hemos estado juntos— murmuré sobre su mandíbula, nuestras respiraciones se estaban haciendo pausadas —Te necesito Scarlett.

—Harry, y-yo también te necesito— rodeó sus brazos alrededor de mi cuello, y nos fundimos en un desesperado beso.

Había pasado una semana desde aquella última noche en la que habíamos estado literalmente unidos, necesitaba tenerla. Ella tiró su libro al suelo, solté una leve carcajada sobre sus labios y continué besándola. Bajé mis manos hacia su blusa, y se la quité de un tirón separándonos de  nuestros labios. Su respiración estaba agitada, al igual que la mía, nuestros ojos reflejaban lujuria y sin más dejé pequeños besos desde su estomago descubierto hasta llegar a los costados de sus piernas. Sin duda la llevaría París cueste lo que cueste, es su lugar favorito y yo la llevaría allí, ya había encargado un anillo en Tiffany's & Co, solo faltaba estar ahí y pedirle matrimonio. 


Again | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora