trece

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~ Harry ~

Habías recorrido varios lugares en estos tres días. A cada parte que íbamos nos sorprendíamos más, todo era tan hermoso. Era de noche, así que miré el anillo de compromiso una vez más antes de guardarlo. Faltaba cada vez poco para la sorpresa que le tendría a Scarlett, y para decir verdad tengo muchos nervios. Guardé el anillo en su "escondite" y bajé las escaleras encontrándome con Selena observando televisión.

—¿Qué hay ricitos?— llamó a mi apodo y yo reí —¿Saldrás con Scarlett a cenar?

—La verdad no tengo idea— me encogí de hombros —Ella está dormida en la habitación. Estaba muy cansada.

—Oh— fue lo único que dijo, su vista estaba fija en la televisión.

Me senté a su lado para mirar la película que estaba viendo. Scarlett y yo hemos aprendido a convivir más con Selena, ella era una muy buena chica, y sobre todo divertida. Mi jefe me había llamado el día de ayer, atendiendo mis llamadas que le había hecho la otra vez. Preocupado me llamó, pero le dije que nada malo había pasado, tan solo una equivocación. Sabía que Selena amaba vivir aquí, y no quería tener problemas con sus padres al tener en cuenta que ella se había escapado aquí. Así que no le dije nada sobre ella, y dejé que se quedara, de todos modos era su casa también.

—Sabes, tengo hambre— frotó su pansa, repetidas veces en círculos.

—Sí, igual— di un bostezo, también tenía algo de sueño —Scarlett tendrá mucha hambre cuando se despierte.

—¿Y si traemos algo?, tengo flojera de cocinar— dio una mueca —¿Qué dices?

—Bien, así me ayudarás a encontrar buenos puestos de comida— bromeé en mi voz y ella carcajeó.

—Te ayudaré, yo conozco este lugar como la palma de mi mano— dijo y se levantó del sofá —También conozco un  buen puesto que de seguro amarán su comida.

—Pues andando, traigamos algo antes de que mi novia se despierte— me levanté igual y ambos caminamos hacia la puerta.

~ Scarlett ~

Me levanté de la cama con flojera. Harry creyó que yo estaba dormida, pero la verdad es que solo mantenía mis ojos cerrados. Me sentía mareada, y no quería decirle nada así que opté en hacerme la dormida para no preocuparlo. Oí como un auto arrancaba, y supuse que era el auto alquilado de Harry. Bajé las escaleras, y sentí que no había nadie.

—¡Hola!, ¿Selena?— grité un poco, mi cabeza daba pulsadas de dolor.

Nadie me respondió. Miré por la ventana y vi que el auto no estaba. ¿A donde pudieron ir?.

Me senté en el sofá, y miré la hora de mi celular. Era muy temprano aún, apenas era las ocho y algo. Quise llamar a Harry, pero mejor decidí que no. Los mareos me descentraban de todo, y quería vomitar pero simplemente no podía. Estaba tan harta de estos síntomas, y realmente no sabía que tenía, no me he hecho la prueba en estos días.

Subí las escaleras con rapidez y me puse una chaqueta negra para salir a la calle. Había visto una farmacia a unas cuadras de aquí cuando salía con Harry al centro o en cualquier parte. Salí de la casa, intentaría no demorar mucho para no preocupar a Harry en cuanto llegue, además que no quería que supiera aún. Necesitaba primero confirmar las cosas.

Caminé varias cuadras, cuando llegué a la farmacia entré con timidez al ver que estaba algo vacía. Miré por los pasillos y no entendía muy bien lo que decía en las cajas. No quise preocuparme, así que fui hasta la caja y miré a un chico muy joven, a lo cual me avergoncé más. Estaba concentrado en su móvil, no se percataba de mi presencia.

Again | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora