Again | Harry Styles

epílogo

~ Harry ~

4 meses después 

Ya había pasado cuatro largos meses y las cosas ya estaban mucho mejor. Desde aquel entonces en el aeropuerto, regresamos a casa y decidimos nunca separarnos por un error que quizás nos hubiera costado en un futuro. Fue difícil hablar con los padres de Scarlett, y más con su padre, que desde aquella vez, ya no me veía con buenos ojos y lo entiendo perfectamente —es algo costoso de olvidar el pasado, yo mismo lo sé—. Nos mudamos en una pequeña casa que compramos aquí en Holmes Chapel, era pequeña pero muy acogedora. El señor Evans meses antes me entregó una carta, y decidió que por el error de su hija (Selena le platicó la verdad), me dejaba aún el puesto. Pero aún así, lo rechacé porque de todas formas no volvería a Seattle. Y por ahora, mantengo un empleo de aprueba en una empresa que apenas comienza. Lo sé, pero algo es algo. Lo más sorprendente es que había estado hablando con Louis para no tener rencores, y hasta ahora, me doy cuenta que es un gran chico.  No es como si fuéramos amigos, pero por lo menos, nos llevamos bien. ¿Sabían que está con una relación con Charlotte? Apenas están intentándolo, pero se nota que ambos se quieren muchísimo. Me contó él antes que todo el amor que sentía por Scarlett, era sólo de hermanos, y nunca fue algo tan serio como para sentirse de esa "manera". Todos estamos felices con la nueva relación de aquellos, a excepción de Matt, quien tristemente se regresó a Seattle nada más al enterarse.

—Harry, ¿podrías pasarme el control? Tengo una enorme panza de 6 meses y siento que no puedo ni mover mis dedos de los pies— reprochó Scarlett, estirando su mano al aire.

—Claro linda, ¿algo más?— le pasé el control del televisor y ella sonrió agradecida.

—¡Sí, tráeme el pedazo de torta que dejé en el refrigerador!—hizo un puchero adorable, me acerqué a ella y le di un corto beso —Gracias Harry, ¡te adoro!

—Todo por mis dos amores— fui a la cocina y regresé con la tarta para dársela —Sólo no te atragantes como la otra vez, eh.

Ella se sonrojó, mirándome mal. Comencé a reír, recordando la otra vez que le di unos pedazos de pizza y se los comió tan rápido que comenzó a toser como nunca, ahogándose por los grandes trozos que se pasó. Me acerqué a ella, y la rodeé con mis brazos, dándole bastantes besitos en su mejilla. Ya son cuatro meses desde que finalmente siento paz otra vez.

 2 meses después 

Su panza ahora tiene 8 meses, y cada vez la veo más adorable. Teníamos las manos entrelazadas mientras recorríamos el pequeño centro comercial del pueblo, en una tienda en donde vendían cosas para bebé. Hace unas cuantas semanas antes, fuimos a unas radiografías para saber el sexo de nuestro hijo. Yo en todo este tiempo pensé que era niño, pero nada más al saber los resultados, el doctor nos dijo que era una pequeña y saludable niña a punto de venir en camino. Íbamos a tener a una adorable princesa con nosotros, nada más de pensarlo la piel se me enchina de la jodida emoción.

—¿Crees que le guste?— Scarlett me mostró una pequeña ropita rosada, muy mona —Siento que...

—Venga Scar, es una pequeña niña, ¿Qué sabrá ella si le gusta o no? Además, está muy lindo— le dije sinceramente, mis manos estaban llenas de bolsas de cosas de bebé.

—Bueno, nada más ésta y ya— fue a la caja, fui detrás de ella y miré como cogía una pequeña muñeca de peluche del mostrador —Ows que bello, ¿lo compro?

—Ya tiene muchos juguetes y peluches— dije y ella hizo un pequeño puchero, sonreí y besé sus labios lentamente, sabiendo que eso siempre me convencía —Hazlo, anda.

1 mes después 

9 meses, estábamos en la habitación de nuestra bebé, pintando lo que era las paredes rosadas. Estábamos hechos un desastre, llenos de pintura y despeinados por el sudor. Fue difícil sacar todos los muebles yo sólo, y las bastantes bolsas de las compras que habíamos hecho, y aparte, los regalos de Charlotte, Louis, los padres de Scarlett, mi madre, y Gemma. Aún ni nace, y ya tiene muchas cosas.