Capítulo 17 · Amenazas

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Jade

El sábado después del partido logré reunir al cuarteto de oro en el bar de costumbre. Por culpa de sus trabajos no habíamos podido vernos mucho desde que el verano había acabado, así que ya tocaba.

George, Gohan y Jaden eran esos amigos con los que no te ves en meses pero sigue habiendo esa complicidad, química y confianza, con los que sientes la misma familiaridad que con un amigo al que ves cada día. Daba igual el tiempo que pasáramos separados, siempre recurríamos al grupo ante cualquier problema o chisme.

Eran mis hombres.

George, pelirrojo y alto como un árbol. Gohan, rubio y también alto como un árbol (pero más como un bonsai), y Jaden, un rubio típico de California (de hecho, él era de allí, pero llevaba en Inglaterra veinte años) con aspecto de surfero formal.

―Hay prensa fuera ―me dijo Gohan al sentarse, pues fue el último en entrar. Le besé la mejilla.

―Lo sé, los he visto.

―¿Algún chisme nuevo que haya hecho que te vayan detrás?

―No. Bueno, quizá están algo más insistentes porque Sterling dio una entrevista en la RHN el martes y, como habló de mí, todos quieren más. Pero, bueno, antes del martes era todo igual, pero tenían más precaución porque Sterling les amenazó con denunciarlos a todos por acoso.

―¿No denunció hace unos años a unos paparazzis y acabó ganando?

―En efecto, por eso le temen.

―Hombre listo ―comentó Jaden.

―Hombre listo, pero hombre al que no conocemos aún ―George me miró inquisitivo.

―Si ciertas personas no se pasaran los días viajando, ya lo habrían conocido ―canturreé.

―Una videollamada o algo, mujer.

―Eso no es conocer a alguien. ―Puse los ojos en blanco―. Por esa regla de tres, yo conozco a Camila Cabello y a Demi Lovato porque vi un directo de Instagram suyo.

―Técnicamente... ―bromeó Gohan. Riendo, le di un codazo.

―¿Queréis entradas para el partido del sábado contra el Aston Villa? Podéis conocerlo al acabar.

―¿En qué número cae el partido?

―Sábado 3.

Los tres hicieron una mueca y yo sonreí divertida, negando con la cabeza.

―Bueno, cuando estéis libre más de cuatro horas, me mandáis un mensaje y os lo presento, ¿vale? Pero avisadme con tiempo porque hasta mínimo las cuatro de la tarde no está disponible.

―Tomo nota ―dijeron al unísono.

Nos pusimos al día como si cada noche no nos dedicáramos a contarnos todo lo que nos ocurría y nos pasaba por la cabeza. El tema se centró más en que Jaden había roto con su novia, April, porque no estaba dispuesta a mudarse de Londres a Manchester por, cito textualmente sus palabras, alguien que ni siquiera puede echarle un polvo más de una vez al mes. No sé si cortó por ella por grosera, o porque encontró que tenía razón. Ojalá fuera la primera, porque esa chica no entendía ni por asomo que el amor se trata de tener paciencia y llegar a un punto en común hablando detenidamente.

Qué poco sabían algunos.

Pero, bueno, yo tampoco estaba como para hablar. Tenía una relación falsa con un futbolista y estaba empezando a gustarme muy fuertemente, así que... Mejor me callaba.

Cuando llegó la hora de irse, recibí una llamada de Sterling.

―Hola ―saludé.

―Estás en un bar de la zona de New Islington, ¿verdad?

Fuera de juego ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora