Amor Ilegal

#18

Al llegar al club kamui, Obito dejó a Kakashi en la barra, abrió aquella puerta para ir a la oficina, ahí se reunió con Yahiko, Nagato y Konan quienes le informaron sobre lo sucedido.

— ¡No puedo creer, que dejaran que algo así pasara! —Dijo Obito molesto.

— ¡No es nuestra culpa! —Respondió Konan.— Además, ¿dónde se supone que estabas tu? —Reclamó molesta.— ¡Te la pasas de arriba abajo con ese niño!

— ¿Tienes algún problema con eso?

— Oigan hay que calmarnos. —Mencionó el pelinaranja.

— ¡Tú siempre te pones de su lado Yahiko! —Expresó Konan volteando a ver al pelinaranja.

— Eso es cierto. —Apoyó el pelirrojo.

— ¿Es enserio? Los cuatro somos amigos y estamos en esto juntos. —Respondió Yahiko volteando a verlos.— Y ahora lo más importante es averiguar quién filtró la información.

— Ya sabemos que tenemos un traidor en la organización. —Recalcó Obito.— Por eso hay que interrogar a todos.

— O mejor le ponemos una trampa. —Dijo Konan.

— Me parece bien. —Mencionó Nagato.— Hay que mover más mercancía.

— Excelente, ahora planiemos bien el siguiente paso. —Dijo Yahiko.

— Sí, bueno yo ahora iré a dejar a Kakashi a su apartamento.

— ¿Lo trajiste? —Preguntó Konan sorprendida.— ¿No crees que estás involucrando mucho a ese niño?

— Claro que no. —Contestó sin importancia.

— Le arruinaras la vida. —Advirtió la mujer saliendo de la oficina.

Los demás la siguieron y salieron juntos, lo que Obito no imaginaba era la sorpresa que se llevaría, Kakashi se veía tan sexi, con aquella sudadera negra remarcando su cuerpo, sus jeans azul rasgados, su mascarilla negra la cual ahora tenía en el mentón debido a que estaba bebiendo.

¡Joder porque tenía que exhibir su rostro de esa manera!

Obito rechinó los dientes, Kakashi solo debía bailar así para él, tenía ganas de sacarle los ojos a esos dos que no paraban de silbarle y animarlo.

— ¡¡Kakashi Hatake!!

— ¡Mucha ropa! ¡Mucha ropa! —Exclamó Yahiko, Obito lo fulminó con la mirada.— Lo siento. —Dijo el pelinaranja agachando la cabeza pero soltando una risita.

— ¡Obito! —Mencionó Kakashi, al ver al azabache se dejó caer de espalda.

— ¡Carajo! —Obito se acercó más atrapando a Kakashi para que no cayera al suelo.— ¿Te volviste loco?

— Baila conmigo. —Dijo Kakashi, los brazos de Obito rodeaban su abdomen.

— Te llevaré a tu apartamento. —Obito le quitó la botella y se la dio a Yahiko, subió la mascarilla de Kakashi y colocó su brazo sobre sus hombros para que pudiera caminar ignorando el ceño fruncido del peliplata, volteó a ver a Hidan y Zetsu.— Después me las arreglaré con ustedes.

— No te enojes con mis nuevos amigos... —Mencionó Kakashi.— Y aquí entre nos, después de ti y Yahiko ellos son las personas mas agradables en este lugar... —Susurró.

— ¿Eh? —Obito lo volteó a ver incrédulo ¿cómo le podían haber agradado los más raros?, luego suspiró y caminó junto a él hacia la puerta.— Sabes que no debiste tomar, eres menor de edad.

— ¿Entonces, soy menor para beber alcohol y no para coger? —Exclamó siendo escuchado por los demás, Obito solo caminó más rápido.

— Aún no hemos cogido... —Susurró.