#21

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En un rincón de aquella oficina, estaba el azabache, en su mano tenía una botella ya casi vacía de licor, el sofá estaba tirado, en el escritorio todo hecho un desorden, a un lado de la puerta, en el suelo, había algunos vidrios de botellas que Obito lanzó contra la pared, recordó los besos, las caricias, el sabor de su piel, fue la mejor noche de vida arruinada por el imbécil de Yagura, ¿qué no se cansaba de hacerle daño? Luego lo que pasó hace unas horas, ese maldito, logró que Kakashi fuera a ese lugar, el maldito traidor seguro le había hablado sobre sus planes, amaba tanto a Kakashi y ya lo había perdido, mejor esa noche se lo hubiera llevado lejos.

Flashback.

Obito sentía que su cabeza iba a explotar, había bebido toda la noche, ahora estaba recostado en el sofá, Yahiko llegó y lo observó con tristeza, pero tenía que decirle su decisión.

— Llamé a la recepción de tu edificio. —Comentó el pelinaranja, Obito lo volteó a ver.— Se que esto no te va a gustar pero... —Se quedó callado un momento.— Le dejé un mensaje a Kakashi.

— ¿Un mensaje? —Obito se sentó.

— Sí... Para resumirte... prácticamente, tu le dejaste un pago por sus servicios...

— ¿Qué? —Obito frunció el ceño.

— Tú le pagaste por haberse acostado contigo...

— ¿¡Qué!? —El azabache apretó sus puños, Yahiko retrocedió pero inmediatamente Obito se lanzó sobre él cayendo ambos al suelo, luego le dio un golpe en la cara.— ¿¡Qué tú hiciste qué!? —Volvió a golpearlo.— ¡¿Con qué derecho hiciste eso?!

Obito siguió golpeando repetidamente al pelinaranja este no se defendía, el azabache solo quería desahogarse, Konan y Nagato entraron al lugar entre los dos alejaron a Obito, Yahiko se levantó y escupió un poco de sangre.

— ¿Ya estás satisfecho? —Preguntó Yahiko.

— ¡Eres un imbécil! —Obito se soltó del agarre de los otros dos y caminó hacia la puerta.

— ¿A dónde vas?

— ¡A solucionar esto!

— ¡Eso complicaría las cosas!

— ¡Me importa una mierda! ¡Y mejor es que averigües quién es el puto traidor o lo haré yo! —Salió de la oficina topándose con Deidara, quién trató de acercarse.— Ahora no.

Obito se fue molesto, se subió a su carro y se dirigió al edificio, deseaba que Kakashi aún siguiera durmiendo, pero para su mala suerte el peliplata ya se había ido, el azabache volvió a su carro en eso vio un auto al otro lado de la calle, reconoció al hombre y el joven que lo acompañaba, dos de los mejores asesinos de Yagura, el auto aceleró Obito se subió a su auto y los siguió pero los perdió de vista.

— ¡Maldita sea! —Obito se estacionó a un lado de la calle, en eso sonó su celular.— ¿Qué quieres imbécil?

— Jajaja ¿amaneciste de mal humor? —Dijo con burla— ¿Tan mal lo hace ese niño?

— ¿Qué quieres Yagura?

— De ti nada, solo me divierto, ¿es cierto que golpeaste a tu mejor amigo? ¿Tanto te importa ese niño?

Obito solo apretó su puño, mientras Yagura se rió a carcajadas, luego cortó la llamada, al parecer el traidor estaba muy cerca.

— Deidara... —Murmuró, tenía razones para sospechar de él y había una manera de descubrirlo.

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