#16

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En el night club kamui todo transcurrió con normalidad, cerca de la barra estaba Yahiko junto a Mei, charlaron un rato, luego ella se despidió no sin antes preguntar por el chico que había interrumpido en la oficina.

— Si no es nadie importante, ¿porque Tobi fue tras él? —Preguntó con curiosidad.

— Porque así es él. —Contestó Yahiko sin importancia.— No quiere que se le escape ese juguete, no todos los días consigues un adolescente virginal.

— Entiendo. —Contestó ella sonriendo y se puso de pie, colocó su mano en el hombro de Yahiko, acariciándolo con suavidad.— Nos vemos luego.

Mei caminó hacia la puerta, Yahiko solo resopló y siguió bebiendo, enserio esa mujer no le caía nada bien, así como traicionaba a Yagura, también podía llevarle información sobre ellos y con todo el teatrito que se armó... dio un suspiro mirando hacia la puerta, ni se dio cuenta en que momento Nagato se sentó a su lado, él era sigiloso pero el pelirrojo estaba a otro nivel.

— ¿Qué es lo que te preocupa? —Preguntó Nagato sobresaltandolo.

— Jeje ¿porque crees que me preocupa algo?

— Porque te conozco... ¿Te preocupa Tobi o el niño?

— Ambos. —Contestó Yahiko.— Se que se quieren pero...

— Pero todo lo que toca Tobi lo destruye. —Interrumpió Nagato.— Solo hay que ver cómo terminó Deidara, posiblemente así termine ese chico o peor.

— Oye lo de Deidara es muy diferente. —Contestó Yahiko frunciendo el ceño.— Él se ilusionó solo... —En ese instante el azabache entró al lugar, caminó directamente hacia la oficina, Yahiko se puso de pie.— El trabajo sigue.

El pelinaranja entró después de Obito, este ya estaba sentado detrás de su escritorio observando la computadora, Yahiko se sentó en la silla que estaba enfrente.

— Vienes de verlo ¿y seguirás espiandolo? —Preguntó divertido.

— ¿Eh? Claro que no. —Resopló y volteó a ver al pelinaranja.— Por cierto, ¿volviste a entrar a la oficina? La puerta estaba abierta.

— No, sabes que yo salí primero, seguramente la dejaste abierta.

— Oh... bueno. —Luego sacó el papel que le había dado Mei.— Debemos interceptar esta mercancía. —Dijo sonriendo.

— Bien, pero talves necesitaremos las habilidades de Deidara.

— Quiero la mercancía intacta. —Dijo frunciendo el ceño.— Además, a Deidara le servirán varios días en la oscuridad, tuvo suerte de que todo se arregló con Kakashi.

— Entonces... ¿están bien?

— Si, es más, le empezaré a enseñar a conducir.

— ¿Tú le enseñarás? —Dijo con burla pero Obito solo lo quedó viendo seriamente.— Bien ya no digo nada ¿y cuánto tiempo tenemos para interceptar la mercancía?

— Tres días.

— Bien, hablaré con los muchachos. —Yahiko se puso de pie y se acercó a la puerta, luego volteó a verlo de reojo.— Mei preguntó por Kakashi. —Se pudo notar la preocupación en Obito, pero inmediatamente se relajó.— No te preocupes, le dije que no era importante.

— Eso no me preocupa. —Contestó Obito.— Yo le dejé bien en claro que no hay nadie importante para mí.

Obito encendió un cigarro mientras Yahiko salió de la oficina, entonces el azabache miró hacia la computadora, Kakashi estaba acostado en su cama, con su vista fija en el techo, se notaba pensativo, pero poco a poco fue cerrando los ojos.

Amor Ilegal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora