#4

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En aquél incómodo sofá el azabache intentaba dormir, pero tenía un poco de dolor en su brazo, luego se rió al sentir una lengua lamiendo su cara.

— Ka-kakashi ¿que haces? —Dijo entre risas, abrió los ojos y gritó.— ¡Aaah! ¡Maldito perro! —Se levantó tirando al pequeño perro al suelo.— ¿Cómo te atreves? —El pequeño cachorro empezó a latir y a gruñir.— Ya tranquilo, lo siento, no fue mi intención, pero mi cara es privada. —El perro gruñó con fuerza.— ¡No me asustas renacuajo!

Obito permaneció cruzado de brazos, pero resonó un ladrido y el pequeño perro mostró sus colmillos, el azabache salió corriendo hacia la cocina, tirando algunas cosas, para ahuyentar al cachorro.

— ¡Ya cálmate estúpido perro! —Le lanzó unas rodajas de pan, pero el pequeño pug le seguía ladrando y se acercó dispuesto a morderlo, Obito volvió a correr.— ¡Aaah! ¡Aléjate!

El azabache se escondió en la habitación de Kakashi, mientras el perro seguía ladrando, dió un suspiro y luego se acostó en la pequeña cama, tapándose los oídos con una almohada, para no escuchar los ladridos, ahora le tocaría estar encerrado y sin comer hasta que llegara Kakashi.

El azabache se escondió en la habitación de Kakashi, mientras el perro seguía ladrando, dió un suspiro y luego se acostó en la pequeña cama, tapándose los oídos con una almohada, para no escuchar los ladridos, ahora le tocaría estar encerrado y si...

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Mientras en la cafetería, Kakashi cumplía con sus deberes en eso un pelinaranja entró y se sentó en la mesa cuatro, Genma se acercó a atenderlo.

— ¡Hola! ¿Que va a ordenar? —Preguntó Genma.

— Hola ¿aquí trabaja un joven llamado Kakashi?

— Sí. —Contestó Genma— No me diga que usted también quiere que él lo atienda. —Expresó frunciendo el ceño, pero el pelinaranja solo sonrió.

— ¿Puedes llamarlo? por favor.

— Esta bien. —Dijo Genma de mala gana.— ¿Qué es lo que tiene Kakashi? —Murmuró para sí.— ¿Oro en el culo? —Genma se acercó al mostrador.— ¡Hey Kakashi!

— ¿Qué quieres Genma?

— El sujeto de la mesa cuatro quiere que lo atiendas tú.

Kakashi volteó a ver al pelinaranja, no recordaba haberlo visto, dio un suspiro y caminó hacia él.

— ¡Hola Kakashi! —Saludó el pelinaranja sonriendo y extendió su mano, Kakashi correspondió al saludo pero se sorprendió en el momento que el pelinaranja besó su mano.

— ¿Lo conozco? —Preguntó un poco intrigado.

— Jeje no, pero ya he escuchado de ti, ¿puedes traerme un capuchino?

— Enseguida.

El peliplata se retiró por la orden al llegar al mostrador Rin lo vio con curiosidad.

— ¿Yyy? —Preguntó impaciente.

— ¿Y qué? —Contestó Kakashi.— Kurenai un capuchino para la mesa 4.

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