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"Porque te amo." Le había dicho. "Te amo desde que eras un niño."

 Cuanto más pensaba en la confesión de su padre, más extraño le parecía todo esto... ¿Pero que nombre puede ponerle a esta sensación que también aplasta su cuerpo al recordarlo? No lo sabía, y no podía ser lo suficientemente lógico al respecto como para hacerlo de inmediato.

 Naito, que estaba preocupado por todo lo anterior, se sacó los auriculares de la oreja, se estiró un poco más de la cuenta y se acercó a Ain, un amigo de la misma escuela y que, además, conocía la relación íntima que tenía con Rayan. Los tres eran adictos al popular juego de FPS en estos días así que era extraño que este último no se les hubiese unido ya. 

Naito, que lo observaba con atención, se sentó junto a Ain así que él, visiblemente endurecido, miró a Naito y dijo:

 "¿Estás preocupado por algo? Tienes una cara horrible." 

"Estoy preocupado por un montón de cosas". 

Naito se recostó y miró al techo. La herida de su mano se estaba curando lentamente así que para ese entonces ya no le dolía. Padre, que revisaba regularmente las heridas de Naito, llamó al médico de cabecera personal, aunque le había dicho que no era para tanto. Sanó su herida sin preguntar e incluso consiguió una receta bastante extensa para pomadas y antiinflamatorios. Hubiera preferido ir al hospital, por supuesto, pero padre no lo dejaría hacerlo a menos que fuera un chequeo regular o una herida muchísimo más grande. Papá era una persona que anhelaba convertirse en noble: Riqueza, poder, honor, todo lo que venía en el paquete. Y a pesar de que ahora no caía ni siquiera en comparación con uno de ellos, el hombre se hizo de lujos muy específicos para lograr su objetivo. El médico tratante especialmente contratado para Naito y Alto fue uno de esos lujos. Y por supuesto, Naito se sintió increíblemente frustrado con el estilo de vida que ahora le estaba proporcionando y que le impedía todavía más conseguir ese anhelado deseo de ser libre. 

Si amas a alguien, como dice, no puedes hacer esto y lo otro y encerrarlo tan cruelmente como lo está haciendo ahora. Es obvio que las palabras y acciones de su padre son muy diferentes una de la otra. 

Hablando con Ain, quien creció en una familia feliz y bastante unida, sentía muy frecuentemente que no podía entenderlo con sinceridad por más que tratara sus problemas con él. Solo... Le gustaba esto. Pasar el rato a su lado y fumar cigarrillos comunes mientras jugaban videojuegos estúpidos que muy frecuentemente perdían.

 "Es ridículo. Completamente ridículo." 

Naito, quien al final expresó vagamente sus pensamientos sin sentido en una voz increíblemente baja, volvió la cabeza hacia el toque que, con suavidad, repasó su frente y las suaves arruguitas que se le marcaban bajo los ojos. Es blanco, como una rama de abedul... Las manos de Rayan, hermosas y suaves, frotaron su frente y cerca de su sien. Le brindaron calor en un momento en que tenía demasiado frío. 

Naito está demasiado enamorado de Rayan porque, todo a su lado, se siente increíblemente bien. Se siente bien cuando lo toca, así que cerró los ojos y comenzó a reírse. 

Rayan tomó a Naito entre sus brazos: "¿Tu padre te lo está poniendo difícil de nuevo?" 

Rayan preguntó rápidamente, así que Naito abrió los ojos para verlo a la cara: Ese hombre brillaba extraordinariamente fuerte en medio de esos suburbios tan grises. Parecía... Como hecho con hilo de oro. Ojos grandes, claros y llorosos, piel blanca y suave y rasgos cóncavos típicos de la juventud. Era bastante ordinario cuando se le comparaba con los otros niños de su cuadra, pero, ahora que se ha convertido en alguien mayor, es tan guapo que incluso lastima y duele... 

Una noche solo para dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora