Sedespertó por culpa del calor...
El verano, que se acercaba rápidamente, parecíaser un hecho más que inminente. Incluso si no caminaba o se quedaba en casa, elsudor fluía como lluvia por su frente. Nunca había hecho tanto calor y, en unpaís con un invierno largo y un verano corto, parecía tonto preocuparse porcosas como estas. Ahora estaba pensando seriamente en encender el aireacondicionado y pararse frente a él.
Sin embargo, en lugar de moverse como lohabía planeado, Naito caminó hacia el baño. Se quitó toda la ropa y tomó unaducha de agua helada. Después de eso, se puso un traje de baño bastantesencillo y salió de la casa para entrar lentamente a la piscina. El agua estabaa una temperatura moderadamente agradable por lo que, Naito, que disfrutabamucho de nadar en una posición limpia, como un nadador profesional, de prontose sumergió para huir de los terribles rayos del sol... La luz era demasiadofuerte. Deslumbrante, como el cabello rubio de Rayan. Un dorado brillante delque no podía escapar con facilidad.
Cerró los ojos.
Lo imaginó un momento...
"Eres el mejor regalo de mi vida, Naito."
Rayan había susurrado estocon una voz que parecía gotear miel...
Recordaba ese día a la perfección,cuando Rayan llegó a la capital: No pasó mucho tiempo desde que había comenzadoa vivir en casa de su padre y de pronto, ya estaba circulando la noticia de queél también había llegado hasta allí. Estaba emocionado, así que obtuvo elpermiso de su padre inmediatamente y corrió a la estación para poder verlo. Rayan,con quién se encontró de nuevo después de un año, estaba en una condición muylujosa. Incluso la ropa que utilizaba parecía especialmente cara. Cambió, asíque no pudo saber a ciencia cierta si era el mismo Rayan de siempre. Rayan loreconoció de inmediato y, juguetonamente, cubrió los ojos de Naito y le hizouna broma desde atrás. Naito quitó sus dedos y miró hacia su dirección... Ymientras miraba y se reía, Rayan también sonrió alegremente. Los dosintercambiaron palabras amables después de mucho y se abrazaron por un tiempoincreíblemente largo.
Rayan era agradable, bonito, especial y maravilloso...Pensó que era una simple amistad, pero, conforme pasaba el tiempo, descubrióque definitivamente no lo era. Es decir, cuando veía a Rayan, le dolía el pechoy a veces, la parte inferior de su cuerpo comenzaba a cambiar. Cuando se diocuenta de que era algo que bien podía llamarse amor, Rayan de repente hizo unaconfesión y le dijo que lo amaba. Su corazón tembló con furia, se sonrojó y nopudo decir nada, pero Rayan sonrió y le tomó la mano. Lo leyó a profundidad,como un libro y contestó que estaba dispuesto a esperar.
Después de eso,llegaron a conocer el corazón del otro paso a paso. Desde amigos, amigoscercanos y finalmente, amantes. Y reconociendo que amaba a Rayan Hodrick, Naitoconfesó tímidamente frente a él:
"¿Quieres salir conmigo?"
Fue en eltiempo en que el crepúsculo estaba muriendo... Bajo el bermellón ardiente,Rayan abrazó a Naito y Naito, intentó por todos los medios guardar la intensacalidez que le daba Rayan.
Sonrió.
Ante la afirmación de Rayan, Naito abrazó sucintura y lo besó. Un torpe beso de 16 años... Y cuando Naito terminó su débilbeso y se separaron apenas unos centímetros, puso un anillo en la mano deRayan. Era un anillo que había comprado por su cuenta, recolectando dinero pormeses en su bolsillo y en su billetera. Rayan estaba tan impresionado que se rioy luego, incluso pareció ponerse a llorar.
"Gracias."
Hubo un tiempoasí. Días emocionantes, felices, románticos... Segundos que solo de pensarlos,le hacían sentir mejor. Compartía tanto con Rayan que, aunque no podíanencontrarse justo ahora, sus sentimientos no cambiaron... Simplemente sefortalecieron
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Una noche solo para dos
Ficción GeneralElsie Benjamin Jedan: 38 años. Apuesto, encantador, carismático, tiene labia para conseguir lo que quiere. Pero detrás de esa fachada de hombre de mundo se esconde un monstruo; calculador, violador, sin moral alguna, obsesivo y peligroso. Cuando sus...