Naito, que estaba borracho, fue abrazado calurosamente por su padre hasta que regresaron a la casa. Colocó a Naito en la cama con cuidado, como si fuera un muñequito de vidrio. Se quitó la chaqueta y la corbata, se sentó junto a su hijo y miró su rostro por minutos que parecieron horas. Se veía pálido a causa de la bebida...
Mientras cubría sus mejillas con las palmas, Naito se quejó y volvió la cabeza. A Elsie no le gustaba que pareciera tan incómodo, así que agarró su rostro de una mejor manera y tiró de él hasta acercarlo contra su pecho. El olor a alcohol se vuelve más fuerte, así que padre comienza a fruncir el ceño.
"Naito".
Cuando llamó a su nombre, no hubo respuesta. No importaba cuantas veces le llamara, ni los golpecitos que le diera. Y después de dos o tres bofetadas ligeras, Naito frunció el ceño y abrió los ojos para decir: "¿Papá...?"
Padre silenciosamente puso su mano al lado de la cabeza de su hijo. Naito trató de evitarlo a toda costa, pero estaba acostado de tal manera que ni siquiera se podía mover. Estaba atrapado por la parte superior del cuerpo de su padre mientras lo miraba, parpadeando con los ojos muy, muy chiquitos.
Naito estaba cubierto de olor a alcohol, así que su padre sonrió brevemente mientras lo acariciaba. Como si le gustara la linda rebelión que había tomado su hijo.
"Bebe con moderación en el futuro".
"¿Qué le importa a mi padre si bebo con moderación o no?"
Su pronunciación estaba enredada, como si su lengua estuviera todavía empapada en alcohol. El padre se paró y trajo un poco del agua embotellada que quedaba en la cómoda. Levantó el cuerpo de Naito e intentó moverle ligeramente la cabeza para que pudiera beber. De repente estaba muy mareado, así que Naito apretó los párpados y gimió, aceptando el agua tan desesperadamente que vació la botella de una sola vez. Tenía sed porque había estado bebiendo mucho alcohol.
Naito miró a su alrededor, intentando parecer consciente mientras tragaba. Respiró hondo y descubrió que el dormitorio en el que estaba era increíblemente familiar. Podía oler el alcohol en su aliento, así que Naito, haciendo una mueca, miró a su padre y preguntó:
"¿Me trajo papá?"
"Ain llamó. Por eso fui a recogerte".
Naito se acostó en la cama y abrió los ojos hasta la mitad. En la oscuridad, como una sombra negra, su padre se movía como un demonio en su dirección. Era guapo, hermoso hasta la locura, pero mortal. El hombre que abandonó a su familia y subió con éxito a la capital. El padre que anteponía su propio éxito antes que a los demás. No había forma de que aceptara a Naito y Alto, así como si nada así que ahora que lo pensaba, había sido muy ingenuo en creer en él. Fue una elección estúpida y el único que no sabía sobre eso, era Naito. Tanto como para decir que tenía que pedir prestado el poder del alcohol para enfrentarlo. Había decidido preguntarle a su padre sobre todo lo que le daba curiosidad. Parecía que no podría hacerlo a menos que fuera ahora y estando así.
Naito puso su mano sobre el dorso de la mano de su padre. Aunque es el mismo hombre, sus dedos parecían haberse vuelto mucho más grandes a últimas fechas.
"¿Por qué diablos me haces esto?"
"Ya había dicho que me gustabas mucho."
Naito se dio la vuelta y miró fijamente hacia su padre. Elsie parecía muy entretenido acariciando su cabello, así que se atrevió a abrir de nuevo la boca:
"Mi padre dice que es amor, pero yo no opino que el amor deba lucir así".
Su padre limpió el flequillo que fluía por su frente. Podía ver sus ojos morados, mirándole con mucho cariño. Naito puso sus brazos alrededor del cuello de su padre y lo abrazó como si quisiera estar un poquito más cerca de él. No se había dado cuenta, pero a papá le gustaba mucho el toque activo de su hijo.
Todavía entre sus brazos, bajó su cabeza cerca de su clavícula y besó la carne expuesta. Dijo:
"¿Por qué no? Me has gustado desde siempre y eso lo sabes."
Naito se rio de buena gana. Sacó a su padre de sus brazos y permitió que se explicara otra vez. Elsie habló con una cara muy seria.
"Nunca mentí al decir que eres mi primer amor."
"¿No crees que está mal sentirse así por tu hijo?"
"Entonces, ¿Qué debo hacer? No puedo controlar mis sentimientos."
Naito perdió las palabras cuando se le preguntó así de repentino ¿Qué debo hacer? Y todavía no había formulado una respuesta adecuada cuando su padre se inclinó y le tocó los labios con los suyos. Ah... El olor del perfume de papá era demasiado rico. Pensó que podía morir por su calor si no se detenía, así que agarró el dobladillo de su ropa y lo apartó.
"No podemos, papá..."
"¿Por qué es tan horrible amarte?"
"¡No estás escuchando!"
Padre parecía impresionado por su voz, así que ya no dijo nada.
"Soy tu hijo, Alto también... ¿Entiendes el problema en que nos estamos metiendo? Tenemos tu sangre ¿Es.? Es mi culpa?"
Padre suspiró. Naito tenía los ojos azules más oscuros que el cielo nocturno fuera de su ventana. También estaban más brillantes. Lo miró suavemente y le acarició de nuevo ocupando su gran mano. El calor de papá tocó sus párpados y llegó incluso a parecer que sus dedos le ordenaban que cerrará los ojos...
"Duerme. Claramente, no es el momento."
"¿Es esto amor? ¿Esto puede tener futuro alguna vez? Es tan enfermo..."
Naito lloró por el alcohol y agarró la muñeca de su padre. Papá se rio a carcajadas como si le gustara su manera tan desordenada de actuar cuando estaba alcoholizado. Le acunó la mejilla con las manos y le limpió las lágrimas. Y como intoxicado por su afecto después de mucho tiempo, Naito murmuró, enterrando su rostro en su mano:
"¿Cómo puedo aceptar este amor? Mi papá y yo..."
"¿Es tan difícil para ti? ¿Es tan difícil amarme y admitir que te amo?"
Naito inclinó la cabeza. Era difícil ver el rostro de su padre después de esto. Un amor inaceptable. Era una relación forzada, pero obviamente, después de tanto... Ya lo estaba sintiendo. Escuchar la respiración de su padre le paralizaba la cabeza, sus ojos le dormían las manos.
"Yo..."
Quería un amor diferente. Murmuró por dentro y cerró los ojos. Ya sentía incluso la cabeza mareada y sus párpados se estaban cerrando lentamente otra vez. Papá le acariciaba el cabello como si fuera un niño, así que cuando Naito abrió los ojos una última vez y miró un rostro terriblemente hermoso, analizando todo lo que hacía, extendió la mano como si pidiera que lo agarrará una última vez. Papá le apretó la mano.
"¿Qué hago...?"
"Tú me amas, Naito..."
Murmuró su padre, pero no pudo oírlo hasta el final. ¿Puede ser verdad que ame a su padre? Naito, quien miró los tranquilos ojos morados de ese hombre, eventualmente comenzó a sollozar. Estaba llorando, confundido y colocando su rostro en la mano de su padre para que lo consolara. Elsie en su lugar, se puso de pie y se rio. Tiró de la manta que estaba debajo de sus pies y lo cubrió hasta la barbilla. Dijo en voz baja, como si temiera que lo escuchara:
"Di que me amas pronto, Naito. Solo tú puedes entenderme. Tú eres mi hijo y quiero que tú seas mi único amante."
Papá lo besó en la boca y se incorporó.
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Una noche solo para dos
Fiksi UmumElsie Benjamin Jedan: 38 años. Apuesto, encantador, carismático, tiene labia para conseguir lo que quiere. Pero detrás de esa fachada de hombre de mundo se esconde un monstruo; calculador, violador, sin moral alguna, obsesivo y peligroso. Cuando sus...