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Este capítulo puede contener escenas graves así que por favor lean con precaución
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Algo le picaba, como si hubiera mucha luz solar en sus párpados. ¿Cuántas veces intentó abrir los ojos sin éxito? Igual a un feto, su cuerpo se acurrucó, y después de un minuto trató de dormir sobre la cama.
Con un color similar al del agua, las cortinas azul cielo ondeaban tan intensamente que no tuvo más remedio que levantarse para cerrar la ventana... En ese momento, sin embargo, un dolor indescriptible lo golpeó en todo el cuerpo. Incluso en la parte inferior y superior y aunque apenas y se quedó sentado por muy poco tiempo.
"¡¡ Ugh !!!"
Él gimió y tartamudeó, luego cayó de nuevo. No puede levantarse así que tiene que conformarse con quedarse allí, en una gran habitación que parece estar abandonada. Tumbado como un cadáver mientras cerraba los ojos, y percibiendo como su mente se alejaba más y más hasta que pronto sintió que quería quedarse dormido para siempre. Pero no sería posible. Naito, quien pensó de manera realista incluso con una mente bastante escasa, abrió los ojos de nuevo... Los sentía infinitamente pesados, como si estuvieran colgando de su cara. Frotó sus párpados con las palmas, pero el hormigueo solo empeoró hasta volverse insoportable. Naito miró alrededor de la cama con una mirada borrosa. La camisa de su padre estaba al lado y debido a que el armario estaba en la otra habitación, se puso la ropa de papá muy a su pesar. Los brazos de Elsie eran demasiado largos, por lo que tuvo que doblar sus mangas varias veces. Naito fue atado con una cuerda, así que todavía tenía sus muñecas rojas y las piernas heridas. Intentó ponerse de pie, pero la fuerza de sus músculos se perdió y cayó al suelo, sobre la alfombra. Posiblemente así no tendría que preocuparse por los moretones.
Naito se levantó, colocando ambas manos en el suelo... Llevaba la camisa de papá y había comenzado a cerrar lentamente los botones. Caminaba, como arrastrando los pies, hacia la ventana que estaba en el muro más alejado: El mundo que se veía por el cristal era impecablemente brillante y limpio. La luz del sol se derramaba y el jardín, decorado con varias flores coloridas, parecía agradable a la vista. Incluso la primera vez que llegó a esta casa con Alto, podía decir honestamente que el jardín siempre fue así de hermoso.
"El jardín es realmente bonito"
Dijo Alto, con una cara brillante. Solía ir por el jardín, tomando su manita mientras olía las flores. Riendo juntos... Cuando pensó en ese momento, un rincón de su corazón comenzó a sentirse frío y dolorido ¿Por qué todo se volvió de esta manera? Simplemente había pensado que estaba obsesionado con él, como un hijo. Pero no. Estaba obsesionado con él más allá de la imaginación. ¡Estaba enfermo y lo peor es que lo estaba arrastrando con él! Es decir, si aguantaba lo suficiente, el dolor desaparecería al final... Pero el problema era la mente. Delante de su padre sentía que se debilitaba. Como si la personalidad coercitiva de Elsie se precipitara y subiera por su garganta hasta asfixiarlo. Era difícil. Darse cuenta de que no importaba cuánto luchara, igual no podría salir de la sombra de papá.
Naito miró su muñeca. Estaba hinchada y tenía cicatrices. La camisa de vestir era bastante holgada y el cuerpo, el que veía a través del dobladillo, era un desastre impresionante porque su piel era blanca y débil, como la de su madre. Debido a su constitución, las huellas de su padre permanecieron fácilmente y con mucha seguridad, el interior de sus muslos debía verse muchísimo peor. Mil veces peor.
Naito, quien se rio de sí mismo, se mostró sorprendido por el sonido de unos nuevos golpes en la puerta. ¿Es su padre? ¿O Contor? Quizá, podría ser Keshan. Se abrazó el torso y pensó "Que no sea mi padre, por favor." Pero cuando la puerta se abrió de par en par, fue justamente padre quien entró. ¿Y por qué lo había hecho? Normalmente dormía a esta hora...
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Una noche solo para dos
General FictionElsie Benjamin Jedan: 38 años. Apuesto, encantador, carismático, tiene labia para conseguir lo que quiere. Pero detrás de esa fachada de hombre de mundo se esconde un monstruo; calculador, violador, sin moral alguna, obsesivo y peligroso. Cuando sus...