CAPÍTULO XVI

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    Camila se había levantando y caminó muy despacio para colocarse frente a la puerta, solo a unos escasos metros lejos de mi, noté lo pesado de su respiración pero lo firme de su mirada, yo no sabía que decir, si las cosas empezaban a tornarse violentas entre ellos, solo allí intervendría, entendí que si ella no quería mi ayuda con este imbécil, esta no sería mi guerra, pero siempre trataría de no dejarla sola. 

—¡Camila! Gracias a Dios, estas bien —Lo oí decir detrás de mi, ya que mirada seguía en Camila. —¿Como te sientes, cariño? —Camila dio un paso atrás y colocó sus manos al frente.

—No des ni un paso más —Dijo, y yo enseguida estiré mi brazo derecho para detenerlo, se detuvo y me vio con odio, pero le hice caso omiso, volviendo a colocar mi atención en Camila. 

—¿Que haces? —Cruzó sus brazos —Déjame ver como estás, ¿Donde está Zoey? ¿Que hace ella aquí? —De reojo noté como me señaló. 

—Nada de lo que pase aquí es asunto tuyo. —Lo calmada que se escuchaba, me hacía sentir segura que ella estaba vez si estaba manejando la situación. 

—Claro que es asunto mío mi vida —Rodé mis ojos por su hipocresía. —Yo soy tu novio, y sé que no he sido el mejor, pero somos humanos y tenemos el derecho a equivocarnos, soy como un padre para Danie... 

—¡NO! —Alzó su voz interrumpiéndolo, agachó su cabeza. —No, Alex... —Volvió a mirarlo. —Tu no eres un padre para Daniel, estuve tanto tiempo mintiéndome yo misma, con esa estúpida idea en mi cabeza, y tampoco eres mi novio, ¿Donde estabas? —Alex quiso hablar —¡No! No me des excusas, estabas pasando tu borrachera, yo no necesito que me sigas restando.

—Entonces, ¿Quien es su padre? —Quiso avanzar, pero lo volví a detener. 

—No hagas esto un escándalo —Le dije, el quitó con fuerza mi mano.

—¿Ella? Ella es el "Papá" —Hizo comillas con sus dedos indice y medio con ambas manos, rió irónicamente.  

—Nadie Alex, ni ella, ni tu, ni yo... Yo no soy su madre, soy su hermana y trataré de ser la mejor. —Me miró y asentí lentamente. —Y para hacer eso, necesito que te vayas de mi vida, tu eres una enfermedad que yo misma me he causado, y si he sido muy idiota.

—¿¡Es ella!? —Se acercó a toda velocidad y quedaron a solo unos centímetros de distancia, apresuré mi paso y lo sujeté, volvió a soltarse. —Te recuerdo que ella —Me señaló nuevamente —No te quiere en su vida, lo que yo soy en tu vida, tu lo eres en la de ella. 

—Eso lo sé. —Dijo en voz baja, pude percibir dolor en sus palabras. —Pero si pudiera haber hecho las cosas diferentes desde el día que la vi y me enamoré de ella —Abrí mis ojos expectantes a lo dicho, mi corazón empezó a latir muy rápido —Todo sería muy distinto...

—¿Amor a primera vista? —Negó —Camila, ¡Crece de una vez, como vas a decir esas tonterías! Ese golpe en la cabeza —Señaló la venda que aún tenía alrededor de su cabeza —Te afectó bastante tu forma de pensar y decir las cosas. —Se giró para verme, yo no desvié mi mirada de la suya, no me intimidaba, él se había hecho muy pequeño en este lugar. 

—Es mejor que te vayas. —Le dije, suspiró. —Y trata de no volver.

—Yo no voy a volver, ella va a volver a mí, siempre lo ha hecho, ¿Por qué esta vez sería distinto?—Miré a Camila y ella negó con algo de pena. —Así que no te creas eso del amor que siente por ti.

—Ya veremos... —Sonrió como si hubiese ganado, caminó hacia la puerta no sin antes empujarme, Camila quiso acercarse. —Estoy bien no te preocupes. —Le sonreí, ella también lo hizo.

   Esperamos que se fuera, arrancó su camioneta con el dolor de un mal y resentido perdedor. Enseguida sentí los brazos de Camila rodear mi cuerpo, dándome un fuerte abrazo, el cual respondí. 

—Perdóname Lauren. —No quería soltarla, quería permanecer así por unos minutos más. —Soy una tonta, por haberte dejado ir, por no intentar más, por no conocernos mejor, pero de algo si he estado muy segura. —La aparte un poco para mirarla.

—¿Y es? —Le pregunté dulcemente. 

—Desde que te vi, siempre has estado en mi cabeza, y con ese pequeño beso que nos dimos, mi cuerpo sintió, me hiciste sentir de nuevo, y tuve miedo, enseguida volví acobardarme, por eso te pido que me perdones —Una lagrima corrió por su mejilla, la limpié suavemente. —Mi corazón siempre le ha gustado vivir así. 

—¿A que te refieres?

—Le gusta vivir en secreto el amor, cuando empiezo a sentir, trato de mantener la dureza ante dicha situación, hasta que se me pase.

—¿Y que pasa si ese corazoncito... —Coloqué mi dedo indice en su pecho dando unos leves toquecitos — ...se atreve a no ser cobarde y empieza a ser feliz? ¿Alguna vez lo ha sido? 

—¿Feliz? —Asentí. —Por desgracia con Alex intentó serlo, pero resultó igual que las personas que en mi pasado me hicieron daño, como ya lo has podido apreciar. 

—Camila... —Sujeté su mentón y me acerqué, ella cerró sus ojos, le di un corto beso en una de sus mejillas, sentí como casi se desvanecía en mis brazos. —Haz lo que te haga feliz, no dudes en ir una mañana a correr si te apetece, a comerte ese helado de chocolate, de volver a sufear, de seguir esos sueños que has dejado en algún baúl. Busca esa felicidad, después cuando te sientas en esa plenitud, si quieres compartir con alguien más eso, trata que esté en el nivel que tu misma has construido, a veces no hay tiempo para volver a mirar atrás. 

—Yo quiero que tu seas esa persona. —Fui soltándola poco a poco y miré al suelo. —¿Lauren? —Respiró hondo. —Ya no sientes ese amor por mi, ¿Verdad? —Al volver a mirarla, sus ojos se había cristalizado un poco. 

—Pasa que... Dejaste a mi corazón tratando de ya no sentir más. —Mis ojos también se estaban llenando de lagrimas. —Y no lo he logrado, sigues aquí. —Coloqué una de sus manos en mi pecho, sonrió débilmente. —Pero aunque no lo creas, se escondió también del amor, o bueno del amor hacia a ti.  

—Pero estoy demostrándote que no tiene que ser así, podemos comenzar de nuevo, hacer las cosas bien. —Negué. —¿No? ¿No que Lauren?

—No pidas algo que puedes volver a romper, ya he avanzado mucho para volver a lastimarme de esta manera, las palabras se las lleva el viento. Te quiero... —Noté la sorpresa en sus ojos. —Pero necesito que te quieras tu primero. 

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A SECRET HEART. | CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora