A SECRET HEART. | CAMREN

Capítulo XXII

   Sé quedó viéndome por unos minutos como el propio psicópata, en ese momento pensaba todo lo malo que podría pasarme, estaba indefensa, no tenía fuerzas para hacer nada, pero lo intentaría, al menos lo haría. Caminó y se sentó en uno de los banquillos que estaban allí. 

—Viste, como suceden las cosas. —Dijo con un tono de voz bastante relajado. 

—Por favor, hazme el honor y explícame. —No quería demostrar el miedo que claramente en ese momento sentía. 

—Bueno... ¿No ves? —Abrió sus brazos a todo lo que daba. —Gané. —Simplemente respondió. 

—¿Ganaste? —Asentí lentamente manteniendo mi mirada en esos ojos que querían intimidarme. —Sabes que si a ese niño le pasa algo... —Se levantó y corrió hacia a mi colocándome bruscamente entre las rejas golpeando mi cabeza con ellas. 

—¿Que va a pasar?... ¿Sabes que? Te lo voy a decir yo, si algo le pasa a ese niño, tu vas a pudrirte en este sitio, y creo que puede ser en uno peor, así que te recomiendo que no trates de usar tus palabras rebuscadas y sarcasmo, porque acéptalo, aquí perdiste y de la peor manera.

—Con esto vas alejar más a Camila, ¿Crees que vas a quedar como el superhéroe? No seas idiota. —Me agarró la mandíbula con una de sus manos fuertemente, intenté apartarlo pero fue en vano. 

—Sé y tengo la certeza que va a regresar a mi, como siempre lo ha hecho. —Solo cerré mis ojos con ganas de llorar, porque sabía que todo esto estaba perdido, a diferencia de él, yo no tenía la certeza de nada. 

—Pues, ya veremos que, ¿No? —Me fue soltando y me dio una cachetada, la cual fue la causante que mis lagrimas cedieran, él terminó riendo. 

          (Camila)

   Aun no teníamos noticias de nada, al menos la trabajadora social, me dijo que esperaría pero estaría al tanto del estado de Daniel, solo quería que despertara, necesitaba a mi hermano devuelta. 

—¿Quieres café? —Zoey entró al cuarto con dos tazas de cafés en sus manos, asentí. Ya ni tenía ganas de estar molesta con nadie, esto me estaba destruyendo, Zoey revisó sus signos y suspiró —Todo sigue igual.

—¿Sabes algo de Lauren? —Negó. —Pero Henry y Logan siguen con ella. 

—Te juro que quiero ir ahora mismo y matar a Alex, ¿Como pudo llegar tan lejos? —No me respondió. —Yo necesito a Lauren aquí a mi lado, sosteniendo mi mano, afrontando esto, además esto no debería ni estar pasando. 

—¿Crees que se sepa la verdad? —Me coloqué cabizbaja. 

—No lo sé, Alex conoce a muchas personas en este lugar y sabe como comprarlas, y yo sé que él quiere ver a Lauren destruida, si a Daniel... —Me detuvo. 

—Ni lo digas, este niño se despertará y dirá la verdad. —Mis piernas temblaban.

—Si estás demasiado preocupada creo que deberías ir a verla, en serio cualquier cosa que pase con Daniel te llamaremos enseguida. —Dijo Letty entrando a la habitación, colocando una de sus manos en mi espalda. Zoey también me miró asintiendo, suspiré y me levanté para ir a ver a Lauren.

   Llegué a la comisaría y pregunté a la oficial que estaba detrás de un escritorio al entrar al sitio.

—¡Hola! —Traté de decir con buenos ánimos, pero creo que se notó la hipocresía en mi falsa sonrisa, a quien quería mentirle, no estaba de humor. 

—¿En que puedo ayudarla? —Me respondió sin mirarme a la cara, vaya educación. 

—Para saber si puede ver a Lauren Mitchell, no hace mucho la trajeron y quisier... —Escuché una risa detrás de mí, cuando miré, Alex.

—¿Vienes al rescate de tu noviecita? —Suspiré.

—No voy a pelear contigo aquí, sabes muy bien que ella es inocente, y el culpable eres tu, pero bueno, confío en que la verdad te hará pagar. —Volví a girarme, y bruscamente me tornó hacia él nuevamente.

—¡Joven! ¡Suelte a la señorita! —La oficial se levantó tratando de ayudarme. 

—Yo no pierdo, que te quede eso claro —Hizo una sonrisa maliciosa sabía el terror que mis ojos reflejaban. 

—Le voy agradecer que se retire. —La mujer se colocó en frente de mi como un escudo, hasta que no se fue no se quitó, le agradecí. Volvió a revisar y luego de unos minutos pasé. 

   La vi cabizbaja antes que alzara su mirada para encontrarse con la mía, enseguida corrió hacia a mi. 

—¡Cam! —Me dijo desesperada, partió mi corazón cuando vi un ligero golpe a un costado de su frente. —¿Como está Daniel?

—Ay cariño, ¿Pero que te hicieron? —Pasé una de mis manos entre las rejas para tocar el lugar donde la habían lastimado

—Nada nada eso no importa, por favor, dime como está Daniel. —Sujeté sus manos. 

—Es muy pronto para decirlo, pero Letty y Zoey se quedaron con él, solo vine un momento para ver como estabas tú, al fin y al cabo estás aquí por mi. —Negó.

—No, no digas eso, no es hora para estar sintiéndonos culpables, todos sabemos quien es el villano aquí. 

—Logan y Henry, ¿Donde están? Pensé que los vería al entrar. —Le pregunté. 

—Fueron a preguntarle a las personas si vieron algo raro o sospechoso, están buscando testigos, aunque el mejor que tenemos es Dani... Tengo mucho miedo. —Sujeté sus manos con fuerza. 

—No lo tengas... Aunque bueno yo también lo tengo por mi hermano, por ti, por eso quería irme, mi idea no estaba tan mal después de todo, un lugar donde ese imbécil no pudiera encontrarme. —Una lagrima corrió sin querer por mi rostro, pero Lauren la detuvo antes que dejara mi cara.

—No, pero es que tu no tienes que llevar esa vida, ¿Por qué tienes que huir? Tu vas hacer libre, mientras él va estar pagando por esto, por favor confía un poco. —La solté y me crucé de brazos con gran preocupación. 

—Quiero confiar, pero es que, no he podido dejar de pensar en todo lo malo que puede suceder. —Asintió.

—Eso también es bueno, así estamos alertas a lo que puede pasar y no nos agarra de sorpresa, pero no desistas en lo que sabemos que tenemos un poquito de esperanza. —Me dedicó una dulce sonrisa que temía no ver más. 

—Está bien... —Hice lo mismo, le sonreí. 

   Mi teléfono sonó y mi corazón se paralizó, creo que el de Lauren también, lo saqué del bolsillo de mi chaqueta, vi la llamada entrante de Zoey. Contesté.

—¿Que pasó? 

—Daniel despertó —Abrí mis ojos sorprendidos.

—Ya voy para allá. —Dije con desesperación.

—Cam... —No alcancé escucharla y corté. 

   Lauren alcanzó oír y solo me dijo que saliera de allí, que corriera.

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