Capítulo XXV

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   Nos quedamos perplejos al ver a Lauren allí, ¿Que había pasado? ¿Como era esto posible? Mi primera reacción fue correr a sus brazos y abrazarla fuerte, me encantó recibir la misma respuesta de su parte. 

—¿Que pasó? —Henry estaba aún asimilando un poco la situación. —Le dije a Gina que no hiciera nada que la metiera en problemas.

—¿Quien es Gina? —Preguntó Lauren. 

—Una historia que después te contaremos. —Le respondí. Escuchamos la puerta abrirse de golpe, Logan se quedó paralizado.

—No me equivoqué cuando pensé en oír tu voz, ¿Como es que estás aquí? —Se acercó a ella y la abrazó. Entramos a la casa. 

   Lauren fue hasta la cocina y se sirvió un vaso con agua, la noté algo nerviosa, pero cuando alzó su mirada y miró a Letty salir del pasillo algo adormilada, sonrió. 

—¡Tia! —Corrió abrazarla, Letty se sorprendió.

—¿Lauren? —La apartó para sostener su cara en sus manos y mirarla directamente a sus ojos.  —Que felicidad tenerte aquí, ¿Por qué no nos llamaste? Pero ya va, explícanos, hasta hace unas horas pensamos que te iban a enviar a no sé donde, y ahora estás aquí. —Lauren se apartó y se sentó a mi lado en el sofá.  

—Es que ni yo sé, solo vino el oficial que estaba de guardia, abrió la celda y me dijo que estaba libre, pero que no cantara victoria, hasta dudé en salir, pero admito que ese lugar es desagradable. —Letty y Henry se dieron una mirada, que me hizo sentir insegura sobre el bienestar de Lauren. 

—Saldré un momento. —Dijo Henry agarrando las llaves de su camioneta. 

—Yo te acompaño, así me dejas de una vez en el hospital. —Lauren no dijo nada, solo entrelazó su mano con la mía apretándola levemente. 

—Lauren si quieres descansar en el que siempre ha sido tu cuarto, puedes hacerlo. —Logan le dedicó una sonrisa. —Yo iré al hospital con Zoey.

   Zoey y Logan habían estado saliendo en un par de citas bastante espontaneas en realidad, pero los dos tenían una conexión muy bonita y pacifica, irradiaban paz, Zoey no quería apresurar nada, porque sabía que su trabajo la consumía un poco, pero entre tantas conversaciones con Henry, Logan había entendido muy bien todo y no tenía problemas. Me gustaba como le llevaba en ocasiones el desayuno, cuando mi amiga se quedaba toda la noche en el hospital y tenía que hacer doble turno, y algunas veces el almuerzo, aún no eran nada oficial, pero no me extrañaré cuando nos den la noticia.

—¿Salimos? —Lauren me preguntó cuando sus tíos y Logan salieron. 

—No, la verdad, quiero quedarme aquí contigo, ¿Por qué no te das un baño? ¿Tienes hambre? —Me sonrió, y me dio un beso en los labios, las dos nos quedamos allí por un momento, suspiramos antes de separarnos. —Ve, y relájate, nos preparé algo.

   Hice unos sándwiches de jamón, serví dos vasos con jugo de manzana, antes de ir a la habitación llamé a Zoey para saber el estado de Dani y como había pasado el resto de la tarde, gracias a Dios todo estaba en orden, aún no recordaba nada, pero ahora con Lauren afuera, no sabía lo que pasaría, espero que Henry averiguara la incógnita que todos teníamos. 

   Entré y la vi desenredándose el cabello, enseguida se giró para encontrarse conmigo e ir ayudarme.

—Permíteme —Me sonrió y nos sentamos en la cama. —Dios esto está tan rico. —Dijo cuando le dio el primer mordisco a su sándwich. 

—No seas exagerada, hasta un niño de 5 años haría esta comida. —Reí y me quedé mirándola como una tonta mientras comía, cuando se percató se sonrojó un poco. 

—¿Que? —Apenada preguntó. 

—Nada, es que eres tan bonita, gentil, humilde... Sexy... —Negó mientras trataba de tragar, tomó de su jugo.

—Por favor no me digas eso que me lo creo. —Me acerqué y le di un beso en su mejilla, hizo una media sonrisa y se distrajo un poco.

—¿Que pasa? —Tomé su barbilla con una de mis manos e hice que me mirara. —Dime.

—Tengo miedo. —Sus ojos llorosos tenían miedo de dejar salir esa primera lagrima. Aparté la comida, y la atraje hacia a mi para poder abrazarla. 

—Yo también, Alex no descansará hasta verme destruida o con él. —Se apartó.

—No quiero que nadie más salga lastimado. —Ahora se notaba la rabia en su mirar. 

—Lauren... —Negó antes que yo dijera cualquier cosa. 

—Por favor no me digas que sin ti en mi vida, esto no estaría pasando, o que tu eres la causante de todo esto, por favor no lo hagas, ni siquiera lo pienses. 

—Lauren pero es que es la verdad, ¡Yo tuve que hacer muchas cosas diferentes! —Alcé algo mi voz.

—Pero no fue así, ahora ya estamos aquí, juntas, en serio, por más que tenga miedo, sé que esto pasará. —La miré con ternura. 

—¿Juntas? —Asintió, sujetó mis manos con las suyas.

—Camila la verdad es que yo, te amo. —Mi corazón empezó a latir tan rápido, que no me preocupaba en lo absoluto su velocidad, me gustaba que así fuera, esta vez se sentía tan bien. —Quiero que seas la persona que esté a mi lado, que al despertar, tu rostro sea la primero que vea o tu espalda desnuda —Suspiré sin perder mi mirada de la suya. —Sé que es raro decirlo antes de ser algo más que amigas.

—Lauren tu y yo creo que nunca en realidad hemos sido amigas. —Reímos. 

—En parte es verdad, pero bueno... Ya sabes...Perdona si te asusto.

—Entonces, ¿Qué es lo que sigue? —Pregunté cuando no dijo más nada. 

—Ah! Bueno... ¿Quieres ser mi novia? —Me lancé sobre ella respondiendo miles de sí.  

—No me asustas, creo que alguna vez soñé con esto, porque yo también te amo, y quiero hacerlo bien, quiero tenernos y estar allí —Me abrazó fuerte.  

   Nos quedamos dormidas profundamente, cuando me levanté Lauren seguía durmiendo no se inmutó para nada, pobre, imagino que no había podido dormir bien, fui hasta la cocina a preparar café, cuando estaba allí, Henry entró. 

—Hola. —Enseguida dije, espero que trajera noticias. —Pensé que estabas dormido. 

—Pasé la noche en el hospital, si logré descansar un poco. —Le serví una taza de café y se la entregué —Gracias, esto si lo necesitaba. —Me dijo cuando la recibió.

—¿Pudiste hablar con Gina? —Ya no podía con esta incertidumbre. 

—Si, me dijo que hay otra prueba, que se atrevió a soltar a Lauren sin fianza ni nada, porque sabe que es inocente y esto fue una broma de muy mal gusto. 

—¿Una broma? Lo que le hicieron a Daniel y después inculpar a Lauren es un delito —Asintió dándome la razón —Espera... ¿Eso se puede hacer? Soltarla así como así —Alzó sus hombros sin saber.

—No sé, pero ella lo hizo, me comentó que el juicio va a ser en dos días, no hace falta que el niño recuerde, aunque si lo hace estaría aún mejor, pero ya con esto, podemos asegurar la libertad de Lauren y el castigo de otros. —Sonrió.

—Y... ¿Como hizo eso tan rápido? Fue cuestión de horas. —Volvió alzar sus hombros. —Sólo sé que si eso es verdad, le estaré agradecido toda mi vida. 

—Le estaremos... —Agregué.

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A SECRET HEART. | CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora