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el camino nos separó, cada uno eligió el suyo, y eso lo sabe ma, tu ere mia y yo soy tuyo — antes de perderte; duki
12 de febrero de 2020.
mi relación con ivan era lo mejor que me había sucedido en mi vida, lo nuestro era puro amor y jamás habíamos tenido alguna pelea, eso era bueno entre ambos y por eso era que lo amaba.
el siempre se había dedicado 100 % a los stream, igual yo pero él lo hacía más, ya que aún seguía preparándome para poder entrar a la universidad, me había tomado un año de descanso para pensar que era lo que amaba, y me había dado cuenta de que era lo que quería hacer, quería estudiar diseño de modas ya que siempre me había gustado todo lo que tuviera que ver con ropa, accesorios, etc.
pensaba estudiar esa carrera aquí en buenos aires, no quería irme más que nada por ivan, no podría soportar no verlo por meses.
— hola linda, ¿cómo estás? — había llegado a mi casa.
— hola ivan, ¿bien y vos? terminaste temprano el stream a lo que veo — sonreí mientras estábamos en mi habitación, aún vivía con mi familia.
— si lo sé, quise terminar temprano para estar conmigo.
el siempre era sido demasiado lindo, por eso lo amaba tanto.
pasamos casi toda la noche juntos, veíamos películas, comíamos algo que habíamos cocinado juntos, hasta que era el momento de que el tenía que irse.
— ¿enserio te tenes que ir? — dije mientras lo abrazaba fuertemente, no quería que se fuera aún así nos viéramos todos los días.
— si nena, ¿mañana vengo a verte vale? — acepté — muy bien, nos vemos mañana, te amo cariño.
nos besamos por unos segundos y él se fue.
mi madre me llamó en la cocina, sonaba urgente.
— camila, no quiero decirte esto porque sé que vos te sentirás mal pero, nos tenemos que ir de buenos aires.
— ¿que? — dije confundida.
— si hija, tú padre consiguió un trabajo en california y es una oportunidad muy grande para nosotros, además para vos también, las mejores universidades de diseño de modas están ahí, ¿que opinas cariño? — mi mamá sonaba emocionada, mientras que yo estaba muriendo por dentro.
— pero mamá, yo no quiero irme... — dije en voz baja y delicada.
— yo se que no queres irte hija, ni yo quisiera irme, pero son oportunidades muy buenas, nos iríamos el sábado en la mañana.
