5 meses después
Por primera vez desde que tenía memoria, Peter estaba realmente ansioso por llegar a clases. Normalmente, perdía el tiempo tanto como podía, empujando su llegada a los límites de lo que sus profesores tolerarían. Hace muchos años había aprendido que ser el quarterback estrella tenía sus ventajas.
En el día de hoy, sin embargo, Peter prácticamente estaba empujando a las personas para que salieran de su camino para llegar al laboratorio de Química. Realmente lo que menos le importaba era llegar tarde; sólo quería que hubiera una razón para que Mery se callara.
Durante más de una semana, ella había hablado incesantemente sobre su cumpleaños, dando indicios de lo que quería. Sólo un completo idiota fallaría en ver que quería un collar mariposa. Su obsesión con eso había empezado a destruirle la paciencia luego de una hora. Y eso había sido hace solamente una semana. Le estaba destrozando la paciencia, y él era un sujeto increíblemente paciente.
Luchando a través de la puerta para conseguir asiento, Peter le prestó poca atención a la diminuta morena parada en frente del salón hablando con la Sra. Goodman. Sólo quería agachar la cabeza por un minuto o dos antes de que la clase empezara. Mery le había dado los principios de un dolor de cabeza.
Cuando el timbre sonó, Peter levantó e inclinó la cabeza para recuperar su libro de Química de su mochila. Cuando se enderezó, sus ojos chocaron con los curiosos ojos marron de la chica sentada junto a él.
Peter estaba sorprendido. Mientras veía sus delicados rasgos, todo parecía familiar salvo por el cabello de color marrón oscuro largo hasta el hombro. Cuando esta chica lo había hipnotizado antes, ella había estado calva. Sin embargo, Peter la reconoció. Reconocería esos ojos en cualquier parte.
Las esquinas de su boca se curvaron en una sonrisa serena. Por alguna razón, la imagen de un ángel se le vino a la cabeza. Peter estaba seguro de que si alguna vez llegaba a ver la sonrisa de un ángel, así es como se vería.
Y cómo se sentiría. Estar cerca del sol no podía haberlo hecho sentir más cálido.
De repente, Peter se vio obligado más allá de la razón a averiguar quién era la chica. No sabía por qué importaba tanto. Simplemente sabía que lo hacía.
Le correspondió la sonrisa, pero antes de que pudiera hablar, una voz mordaz interrumpió el momento.
—Miras mucho. —Zumbó la voz de Mery desde el asiento en frente de él. Por el rabillo del ojo, pudo ver que ella había girado su cabeza para fulminar con la mirada a la chica nueva.
Peter se estremeció interiormente a la vez que la sangre se apresuraba a sus mejillas. Estaba seguro de que se había ruborizado dos veces en su vida. Y ambas veces habían sido frente a esta chica y se debieron a Mery.
—Sólo ignórala —dijo él bruscamente, poniendo sus ojos verdes en blanco.
La chica nueva volvió a sonreír, primero a Peter y luego, sorprendentemente, a Mery. Cuando Mery resopló y se dio la vuelta malhumoradamente hacia el frente de la sala, la chica volvió a mirar a Peter y le guiñó un ojo.
Para consternación de Peter, la Sra. Goodman escogió precisamente ese momento para empezar la clase. Peter habría dado lo que fuera para hablar con la chica nueva unos pocos minutos más.
—Antes que empezáramos, me gustaría que todos ustedes le den la bienvenida a nuestra nueva estudiante. Su nombre es Lali Esposito y ha llegado desde Dakota del norte. Bienvenida, Lali.
—Lali —dijo Peter en voz alta. Realmente no había querido. Simplemente se le escapó. Pero consiguió que ella se girara en su dirección otra vez, así que supuso que valió la pena la vergüenza—. Fantástico nombre —dijo casualmente, intentando parecer que no pasaba nada.
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Frágil
Teen FictionEl corazón de ella, tan delicado como el cristal. El amor de él, tan fuerte como el acero. ¿Puede alguno sobrevivir a la vida y la muerte?