Peter nunca antes había esperado tanto la escuela, y mucho menos un lunes. Y, sin embargo, en esta mañana, en realidad estaba emocionado. Pero no era realmente la escuela lo que estaba anhelando, era a Lali. Estaba ansioso por volver a verla. Sin el imbécil.No fue sino hasta que estaba cruzando la esquina para hacer su camino hacia su casillero que a Peter se le ocurrió recordar a Mery. Normalmente ella estaría allí esperándolo. Pero habían terminado el viernes. Desde entonces, a excepción de cuando ella le había hecho imposible ignorarla, no le había dado un segundo pensamiento.
Hasta ahora.
Estaba aliviado de encontrar sólo a Pablo parado en su casillero. Sus casilleros estaban a sólo tres de distancia, pero Pablo no estaba en el suyo; estaba en el de Peter.
Con un suspiro, Peter continuó acercándose. Por lo menos él está solo, pensó. ¡Gracias a Dios!
Peter sintió sus cejas fruncirse cuando recordó la flagrante apreciación de Pablo hacia Lali. Fue suficiente para enfriar su estado de ánimo, pero sólo mínimamente.
—¡Detalles, amigo! Quiero detalles —dijo Pablo con una sonrisa lasciva cuando Peter se detuvo frente a él.
—No sé de qué estás hablando, hombre —replicó Peter, ignorando a Pablo para rodearlo y trabajar en la combinación de su cerradura.
—¡No te pongas todo afeminado conmigo ahora, Lanzani! Sabes que estoy hablando de esa chica nueva, Lali. Amigo, si no la vas a usar, dame una oportunidad con ella. Apuesto a que ella...
Antes de que Pablo pudiera incluso terminar la degradante frase, Peter tenía sus dedos curvados en el cuello de su camisa de rugby y lo estaba arrastrando hacia arriba contra los casilleros.
—Cierra la boca, Pablo. Eres mi amigo, pero ahora mismo no estoy sintiéndome muy amigable que digamos.
Peter no se dio cuenta de lo excesivamente furioso que estaba hasta que su amigo se echó a reír.
—¡Maldición! —Fue todo lo que Pablo dijo mientras observaba a Peter con una sorprendida pero sobresaltada expresión en su rostro—. Nunca antes te he visto así, amigo. Si querías que desistiera, todo lo que tenías que hacer era pedirlo.
—Éste soy yo pidiéndolo —gruñó Peter. Pablo levantó las manos en señal de rendición, y Peter soltó su agarre. Cuando Peter miró al rostro de su aturdido amigo, suspiró, reconociendo su reacción exagerada—. Lo siento, hombre —dijo, dando un paso atrás y pasando una mano por su rostro.
Pablo volvió a reír, enderezando su camisa.
—Siempre tuviste una habilidad con las palabras. —Peter lo fulminó con la mirada, pero Pablo, el eterno bromista imperturbable, le prestó poca atención. Recuperándose rápidamente, Pablo juguetonamente golpeó a Peter en el brazo y bailó un círculo a su alrededor—. No vas a empezar a escribir "Peter ama a Lali" por todas partes en tus libretas, ¿verdad? ¿Hacerte un tatuaje con su nombre en un corazón? ¿Cantarle una canción y publicarla en YouTube?
Pablo se detuvo, puso una mano dramáticamente sobre su corazón, y comenzó a cantar en un falsete increíblemente ofensivo. Él canturreó algo acerca de luces guiándola a ella a casa y tratando de arreglarla. Cuanto más brincaba alrededor cantando como una chica, haciendo un espectáculo, más atención y extrañas miradas atraía.
Peter contuvo una sonrisa hasta que no pudo contenerla más, finalmente riendo abiertamente. Le rogó a Pablo que se detuviera, una súplica con la que afortunadamente accedió.
—Eso fue casi doloroso, amigo.
—Sabes que canto como un ángel. No seas envidioso —bromeó Pablo mientras se volteaba para girar la perilla en su cerradura de combinación.
ESTÁS LEYENDO
Frágil
Teen FictionEl corazón de ella, tan delicado como el cristal. El amor de él, tan fuerte como el acero. ¿Puede alguno sobrevivir a la vida y la muerte?