MI ÁNGEL, MI DEMONIO

CAPÍTULO 24: LA MATRIARCA

Jon de veinticuatro y Damian de veintisiete estaban superando las muertes de Wally y Jason esperando no tener que tolerar más decesos, para entonces los niños ya hablaban aparte de que Tim y Conner recibieron por parte de Clark un hermoso perro blanco al que llamaron Krypto mientras Jon y Damian iban a visitarlos provocando que el más joven de los hermanos Kent jugara con el cachorro aparte de hablar sobre el futuro de las familias, como las cosas mejoraron entre los maridos de los más tranquilos de los cónyuges aparte de que los niños tenían un excelente trato sentían que todo lo malo no volvería.
Viendo que su padre necesitaba más compañía, Damian le regaló dos perros negros llamados Ace y Titus para así también proteger la casa, todavía el hombre estaba atravesando la crisis de haber perdido a un hijo, el más rebelde y malhablado pero no por eso inferior a los otros tres.
Menos mal que tenían a Colin y Tai para hablar porque eran sus amigos más cercanos pese a vivir en otra ciudad aparte de que estos eran los padrinos de boda como de Tommy y Tammy, la pareja de Metrópolis aún no se casaba pero teniendo de invitados a los otros confirmaron que la misma sería sencilla siendo Wilkes quien pidió matrimonio a Pham aceptando.
La ceremonia fue en un registro civil con Kent y Wayne de testigos donde la otra dupla dió el sí pero en vez de irse de luna de miel por ahora se quedarían en la tienda, después viajarían.
Los recién casados agradecieron la presencia de los otros dos aparte de estarles en deuda ya que de no ser por estos no se hubieran conocido y algún día en el futuro también se harían cargo de niños y jugar con sus ahijados.
Todo parecía encaminado a la tranquilidad pero ocurrió que cuando volvieron a Gótica se enteraron que Martha estaba muy enferma preocupando al nieto de esta quien armó las maletas de prisa hacia Villa Chica acompañado por su marido e hijos, el más alto de los cónyuges tenía mucho miedo de que su abuela muriera antes de verse por última vez pero el más bajo le indicó estar seguro que aún ella no se iría de este mundo.
Al llegar a dicha ciudad se encontraron con Clark, Kon, Tim, Martha y Kara, el hijo de la anciana estaba muy nervioso implorando por un milagro para su madre, un médico se le acercó informando que la señora sufría desde hacía tiempo problemas cardíacos y que los últimos días había empeorado la situación estando seguro de ser poco lo que le quedaba así que lo mejor era prepararse para lo inevitable.
Clark decidió entrar mientas los otros esperaban en la sala.
Los hijos del hombre estaban muy temblorosos porque si su abuela moría la granja podía llegar a quedarse sola y olvidada o siendo comprada por alguien que la destruiría para construir algo banal en su lugar.
Jon le preguntó a Kon si podía hablar con Lex para así evitar que la vivienda de la anciana fuera demolida, el más grande de los hermanos no sabía si su padre legal accedería ya que no tenía un buen trato con su suegra pero como sabía de la unión de Clark y él para con la mujer de seguro terminaría dando una mano, el más chico le hizo recordar los bonitos momentos que pasaron allí de niños además de cuando jugaban con los animales aparte de subirse a los árboles o montar, por más que se criaron en la ciudad no podían negar su conexión con el campo.
Mientras fue turno de Kon de pasar a hablar con su abuela, la tocaya de esta abrazó a su tío de sangre diciendo que no quería que su bisabuela muriera porque Pa Kon y Papi Timmy como les decía a ambos iban a llorar, el veinteañero indicó a la menor que mientras la dama respirara no había porqué sufrir que a lo mejor lograba salvarse aunque en el fondo por más optimista que fuera Jon sabía que no le quedaba mucho a la mujer.
Una vez pudo entrar a verla se le partió el corazón hallando a la madre de su padre en la camilla entubado apenas respirando y muy débil, pensar que ella ya había entrado en la tercera edad cuando él vino al mundo pero aún podían realizar quehaceres incluso montar juntos, la anciana dijo haber vivido lo suficiente para saber que su familia era feliz pese a las adversidades, Clark no era de su sangre pero junto a su difunto Jonathan le dieron el cariño y educación que otros no se animaban, por eso su nieto más pequeño tenía el mismo nombre que su abuelo.
El chico dijo que a pesar de no conocer al padre del suyo le hubiera encantado ir de pesca al río o realizar alguna otra actividad típica de esa región pero al menos Clark era un hombre responsable heredado por parte de ambos y la abrazó.
Estuvieron allí unos días hasta que tras la última visita por parte de Conner este pegó un grito saliendo de la habitación donde la señora estaba internada informando del deceso desolando al resto de la familia.
Jon lloró en el pecho de Damian mientras los niños eran consolados por Kara.
El funeral fue sencillo con los presentes además de gente cercana a la difunta poniendo sus restos al lado del señor Kent en el cementerio donde descansaba.
El mayor temor era saber qué pasaría ahora con la granja así que Jon tomó valor y una vez vuelto a Metrópolis confrontó a su padrastro Luthor exigiendo salvar la misma o estaba seguro que Clark y Conner no le perdonarían dejarla a su suerte.
El millonario accedió al pedido de su hijastro mandando a conservar la misma además de contratar empleados para salvarla siendo agradecido por su marido e hijo, Jon sintió ser buena manera de conservar la memoria de la querida anciana.