Sombras oscuras © Libro 1 || [+18]

Capítulo 25

«Cena de navidad, parte II»

Odiaba las compras, mi madre siempre me obligaba a ir con ella y decía; "escoge lo que te guste", pero al final lo que elegía no le gustaba y terminaba comprando ropa que a ella sí le gustaba.

Pero aceptaba que ir de compras con Jace y Jared estaba siendo muy divertido, habíamos ido al Castel Romano Desinger Outlet, una galería comercial que se encontraba al aire libre en la que había un montón de tiendas exclusivas.

Íbamos por la octava tienda y ya había perdido la cuenta de todos los vestidos que me había probado y modelado para ellos.

—¡Mhia! Sal, queremos verte —grita Jared, me había gustado un vestido color amarillo que me llegaba por las rodillas, la falda era de tul y la parte de arriba estaba llena de pequeñas flores.

En cuanto salgo ambos hombres se me quedan viendo con la boca abierta.

—Estás hermosa —suelto una risa nerviosa negando con la cabeza.

—Eso dijeron con los otros cien vestidos.

—Preciosa, todos esos vestidos fueron hechos para ti, te quedan de maravilla —dice Jace y me sonrojo al escucharlo.

—¿Algo en que pueda ayudarlos? —dice una de las trabajadoras, esta era la segunda vez que se nos acercaba una y tenía la sospecha que solo lo hacían para hablar con los dos dioses que me acompañaban.

—No, estamos bien, gracias —le dice Jace dedicándole una corta mirada.

—Quizás podría ayudarlos a encontrar algo que se vea bien en su amiga —antes de que me le lance encima de ella, Jared se me adelanta.

—Ya le dijimos que no necesitamos nada y es nuestra novia, además, debo decir que ella se vería perfecta hasta con un saco de papas —la mujer se me queda viendo con la boca abierta—. Váyase si no quiere perder su trabajo.

Con eso sale despavorida a la caja, Dios, ¿por qué existían mujeres así? Jared posa su mirada sobre mí y me recorre de pies a cabeza.

—¿Quieres llevarte ese?

Vuelvo a mirarme en el espejo y sonrío, estos colores eran los que usaba antes, pero después no le veía sentido seguirlos usando cuando por dentro solo quería llorar y gritar.

—Sí, me llevo este.

Era el inicio de una nueva etapa en mi vida, ya no tendría que huir más, podría iniciar mi carrera y formar una vida sin el miedo a dormirme y tener pesadillas, sin el miedo de mirar sobre mi hombro cada vez que salía a caminar.

***

Había dejado a Jace y a Jared en la cocina mientras iba a ducharme. Era la primera navidad que celebraba desde hace dos años y me sentía emocionada, era como cuando de chiquita que no dormía en toda la noche por la emoción de ver los regalos que dejaría Santa Claus, solo que claro, después descubrí quién era el que dejaba los regalos.