Hace tres meses fue el primer baile de beneficencia, después de ese se habían organizado cinco más. Todo estaba siendo un éxito. Las mujeres organizaban marchas en nombre de la asociación y todo estaba siendo bien recibido, lloré de felicidad cuando supe que las estadísticas habían disminuido, era un porcentaje mínimo, pero veía los resultados de todo el trabajo que estábamos haciendo.
Recientemente, se habían unido al proyecto Accounting company Salvatore Inc y la reina de la mafia, Anastasia Voronin Smirnov. Me tomó por sorpresa cuando se puso en contacto conmigo, hable con mis padres, Jace y Jared sobre su oferta, me preocupaba que fuera alguna especie de jugada contra la asociación, pero me tranquilizaron al decirme que sus intenciones eran buenas y que era una líder justa. Me sentía orgullosa al saber que la asociación había llegado a ese lado del mundo, estábamos obteniendo justicia tanto en el mundo legal como en el ilegal.
Los chequeos mensuales habían ido bien, no había señales del cáncer, lo que le daba un respiro a mi alma. Jace y Jared siempre iban conmigo y sabía que a ellos también les angustiaba ese fantasma.
La universidad me estaba dando con todo, el primer año lo terminaría en enero, lo que me dejaba solo dos meses. Al principio me había costado conseguir el ritmo y el equilibrio, entre todo, la universidad, la asociación y mis trabajos en la empresa, seguía con mis prácticas, aunque ya no tan constante como antes.
Casi había vuelto hacer la de antes, pero los recuerdos y las cicatrices no eran algo que se podía borrar. Iba a terapia una vez a la semana, en ocasiones dos, cuando sentía que todo me sobrepasaba, a veces sentía que me ahogaría entre el pasado y el presente. Sentía que todo estaba saliendo demasiado bien y que en algún momento alguien saldría y me diría: Creíste que te dejaríamos en paz, aquí te mandamos más mierda. Pero no era así y tampoco lo sería, el pasado era algo con lo que tenía que vivir, simplemente tenía que centrarme en mi presente y en mi futuro.
Todo eso fue lo que me llevo a olvidarme de la cena. No había cosa más preocupante que olvidar una cena con Ethan Salvatore William III, no le agradaba al hombre en absoluto y en varias oportunidades me pregunte como Gaia que era una mujer tan dulce y cariñosa —la madre biológica de Jared—, podía seguir casada con él después de la muerte de su hermana Gaya — la madre biológica de Jace—. Había visto fotos de ella y fue una mujer hermosa, podía asegurar que había tenido la misma bondad y humildad que su hermana.
Cada vez que Jace me hablaba de ella, sentía como mi amor crecía, hablar sobre ella era una fibra sensible para él y lo comprendía. Había sido privado del amor de su madre biológica desde que nació, aunque eso no significaba que Gaia no lo hubiera cuidado y amado. Cada vez que los veía a los tres juntos podía ver el amor que se tenían y no podía evitar preguntarme si yo alguna vez sería madre y si podría amar a mis hijos con la misma devoción.
Jared aprieta mi mano sacándome de mis pensamientos. Nos habíamos detenido frente a una mansión que parecía la casa del terror, o al menos para mí lo era, ya que ahí vivía un hombre que no se medía la lengua al hablarme. En más de una ocasión tuve que morderme la lengua para no explotar, porque sabía que si dejaba que la ira se apoderara de mí no sería responsable de mis actos.
ESTÁS LEYENDO
Sombras oscuras © Libro 1 || [+18]
Romantik«Duología Oscuros, primer libro» «Pasión, amor y venganza» Huir del pasado es como huir de nuestra propia sombra. No se puede. Así que cuando tomé ese avión a Nueva York, solo estaba postergando lo inevitable. No importa a donde fuera, él me encontr...