Kim Namjoon.
Definición de perfección si podría referirse a una persona. Alfa, 18 años, 1,86, tez morena y un maravilloso cuerpo ejercitado, sin mencionar el increible empeño académico qué mantenía. El tipo ideal que todos los omegas desean.
Pero al...
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-Cha chan~- murmuró una vez de haber pasado la tarjeta de identificación por la puerta permitiendo así que esta se abriera. Rápidamente unos curiosos ojitos se asomaron por un costado observando con detalle el apartamento, y es que si, después de la cena el omega estaba tan emocionado que persuadió al alfa ir esa misma noche a visitar lo que sería ahora su nuevo hogar. Su boquita se abrió formando una tierna "o'' con sus regordetes labios, su carita adquirió un hermoso carmín al ver el lujoso lugar. La vista era increíblemente amplia, la fogata en medio lograba crear un efecto cálido y hogareño, después de apreciar un poco más el lugar se dirigió junto con el alfa hacia la habitación y el cuarto de baño, una grande y espaciosa habitación se mostró al cruzar la puerta, en medio una hermosa cama King acomodada con sábanas blancas y tonos crema.
El lugar yacía amueblado con lo necesario, solo necesitaban pasar sus cosas personales, como ropa, lociones, libros entre otras cosas.
-Es hermosa- murmuró hacia el alfa atrapándolo en un cálido abrazo.
-Y mira hay un escritorio aquí- señaló moviéndose a una esquina de la habitación para sentarse en dicho lugar -Y tiene una biblioteca, pondré los libros que me regalaste- mencionó feliz abriendo la caja que traía consigo para colocar los libros en sus correspondientes campos. Porque si, Namjoon había recibido unos hermosos libros que llevaba buscando desde hace tiempo, pero lamentablemente aún no estaban disponibles en braille, no fue hasta que Seokjin ideo el mandar a hacer los libros especialmente para él con ayuda de su padre.
Rápidamente se colocó al lado de este mientras miraba en lugar con cariño, posó sus manos sobre los hombros contrarios entrelazando sus manos, y guío su carita hacia el cuello contrario paseando así su nariz sobre todo el contorno del cuello deleitándose con el aroma. Era delicioso, incluso su lobo parecía ronronear gustoso cada que inhalaba dicho aroma.
-¿Qué haces jinnie?- preguntó en una sonrisa al sentir como el mencionado no se apartaba de su cuello y empezaba a olfatear aun más este, incluso el cuello de su camisa yacía estirado por el menor mientras parecía un gatito restregándose en dicho lugar.
-Hueles rico- canturreo feliz empezando a repartir besos en la zona -Cuando nos mudaremos hyung?
-Bueno mi idea es mudarnos antes de empezar la universidad- comentó haciendo una pausa -Así que puedes ir haciendo las maletas.
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