Kim Namjoon.
Definición de perfección si podría referirse a una persona. Alfa, 18 años, 1,86, tez morena y un maravilloso cuerpo ejercitado, sin mencionar el increible empeño académico qué mantenía. El tipo ideal que todos los omegas desean.
Pero al...
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-Jin- fue lo unico que pudo articular. Por que al ver como anteriormente había herido el orgullo de el castallo, de todas las cosas que se le ocurrieron jamás imagino eso.
Un beso cálido e inocente en cada uno de sus mofletes.
-Tonto- Dijo, en un tono demasiado tierno e infantil.
-Pero-
-Alfa tonto- volvio a repetir.
El lobo de Namjoon parecía un pequeño cachorro correteando por doquier. Y es que no podía sentirse más orgulloso al ver como el precioso omega lo reconocia como Alfa.
-Yo podría haberte guiado- mencionó.
-No me gusta ser una carga-
-No lo eres Namjoon. Por favor vamos juntos- Dijo una vez más en un tono de berrinche. -Prometo guiarte bien- mencionó para seguidamente entrelazar timidamente su mano con el peligris. Y el Alfa dandose por vencido con tan bello gesto asintió ajustando aún más su agarre con el de el omega.
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Murmullos, malditos murmullos.
"Ese es Kim Namjoon?"
"Tiene omega?"
"Quien querría un alfa ciego?"
El resto del mundo siempre opina de tu vida como si tuvieran el derecho de hacerlo. Pero a Namjoon no parecia molestarle. El quería disfrutar de su vida.
Por que debería afectarle comentarios de gente que nisiquiera le importa?
-Te gusta la ensalada de pollo Namjoon?- preguntó una linda voz sacandolo de sus pensamientos.
-Sí, sírveme un poco por favor-
-Sujetate de mi hombro, si?- mencionó, volteando hacia el alfa para ubicar su mano sobre su hombro.- Yo llevaré la comida-
Al fin llegando a la mesa, el castaño no podía dejar de sonreir. Su pechito rebosaba de felicidad al haber sacado al alfa y haberle guiado correctamente para poder almorzar juntos. Y no pudo evitar ruborizarse al ubicar los platos y quedar sentados frente a frente.
