Kim Namjoon.
Definición de perfección si podría referirse a una persona. Alfa, 18 años, 1,86, tez morena y un maravilloso cuerpo ejercitado, sin mencionar el increible empeño académico qué mantenía. El tipo ideal que todos los omegas desean.
Pero al...
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¿Que debería hacer? ¿Hacerse el dormido?¿Quizas soltarlo poco a poco?
Seokjin ya no sabía que hacer, y empezó a entrar en pánico al no hallar una excusa válida para su comportamiento.
Entonces...
Lloró.
Un largo sollozo seguido de hipidos se escucharon en toda la habitación como en el piso de abajo, mientras se envolvía cuerpo completo sobre la cama. El mayor pareció alarmarse y rápidamente se irguió sobre la cama al escuchar el gran llanto tratando con todo su esfuerzo de calmar a el menor.
Y en la mente de Seokjin solo rondaba algo; Namjoon definitivamente iba a odiarlo, se sentía avergonzado, no quería volver a verle la cara a el alfa por que iba a recordar tan bochornoso momento.
-Jinnie ya, ya- trató de calmar- estoy bien, solo me tomaste por sorpresa- aclaró mientras sobaba lo que suponía era la espalda -No llores bebé, nisiquiera me duele- comentó en un vago intento de aligerar el ambiente, escuchando como al instante su llanto aumentaba aún más.
Por que el lo había visto, sus dientitos habían quedado enmarcados en su pecho, sin mencionar que en la tela de la camisa habían quedado unos ligeros huequitos debido a la presión causada. La zona estaba enrojecida y podía apostar a que pronto iba a empezar a tomar un color morado.
-Jinnie- llamó alargado la ultima letra -por favor no llores.
Rapidamente se escuchó como la puerta de su habitación se abría dejando entrar a la omega mayor.
-Nam cariño que sucedió?- preguntó alarmada. Iba responder cuando sintió como el mencionado se removía entre la cama para salir a el encuentro de esta y rápidamente ocultarse en su pecho -¿Jin?- llamó.
-Yo mor-mordí a namie- sollozó alargando la ultima letra mientras dejaba salir un largo llanto. Una tierna sonrisa se posó en sus labios al observar el comportamiento de este, mientras envolvía protectoramente a el omega en sus bracitos.
-Ya, ya fue un accidente no?- comentó posando sus manos a ambos estremos de su cara tratando de levantar esta. -No llores más, nam no esta enojado- trató de calmar.
-Pero namie- sollozo para seguidamente señalarlo y voltear a ver a la omega, rápidamente bajando la mirada por lo avergonzado que estaba mientras tocaba su propio pecho.
-¿Lo mordiste en el pecho?- preguntó viendo como al instante asentía con la cabeza gacha mientras cerraba sus ojitos y más lágrimas se deslizaban por sus orbes -Ay cariño, no hay nada que preocuparse- mencionó acariciando con amor sus cabellitos y de igual manera dejar suaves cariñitos en sus mejillas -déjame ver que pasó- comentó agarrando la mano del omega para dirigirse al borde de la cama donde se encontraba el alfa. Llegando a su lado para ver como el omega menor se sentaba aun lado del alfa mientras jalaba tímidamente hacia un lado de su camiseta, lo suficiente para observar donde estaba el mordisquito, escuchando como al instante incrementaba más su llanto al observar lo que le había hecho.
-Mmm... bueno mejorará con una pomada, quedate aquí, iré por ella- comentó dejando ahora a ambos solos mientras salía al encuentro de esta.
-Namie- llamó en un sollozo, inclinándose en su pecho para ocultarse tímidamente en el cuello de este. Mojándole ligeramente el cuello por algunas de sus lagrimas, mientras cerraba sus ojitos al sentir las manos contrarias rodearle la cadera, apresándolo más hacia su pecho.
-No estoy enojado jinnie- aclaró dejando un besito en su cabellera -no llores más por favor o me romperas el corazón- menciono bajo, para ahora tomar el atrevimiento de hundir su cara entre el cuello de jin y dejar un tierno besito en este. Para seguidamente separarse al escuchar unos pasos resonar cerca de la habitación y cómo al instante la mamá del alfa entraba.
-Listo, debes aplicarlo en la zona y hacer movimientos circulares- explicó mientras pasaba dicha pomada al omega- no olvides poner una banda encima una vez termines. Debo ir a terminar de hacer el desayuno, bajen una vez terminen- comentó saliendo por la la puerta.
Ahora Jin yacía con el frasco de pomada en una de sus manos y un paquete de banditas en la otra, su llanto había bajado, sin embargo aún no dejaba de gimotear.
-Quítate la camisa namie- comentó en voz baja.
-¿Seguro?- preguntó. El celo de Jin no había terminado y pensaba que dicha acción podrían incomodar ligeramente al omega -Puedo hacerlo yo- sugirió.
-No namie, quitate la camisa- volvió a repetir, poniendo ambas manos a los estremos de el alfa para incitarlo a alzar de su camiseta. Seguido de el alfa acatando la acción mientras agarraba de sus estremos y quitaba de esta con ayuda del omega.
Escuchando como al instante se escuchaba lo que parecía ser el abrir de un frasco, y sentir como un pequeño dedito se posaba en su zona afectando esparciendo el producto en ligeros circulitos, sintiendo como se repetía esa acción por mas o menos 5 minutos más mientras el omega se esforzaba por abarcar toda la herida.
-¿T-te sientes mejor?- preguntó , aún se podía sentir ligeramente la voz de este flaquear debido a su llanto.
-Se siente refrescante- afirmó, pasando una de sus manos en el cabello del castaño despeinándolo cariñosamente.
De los ojos de el omega aún se observaba como las lagrimas salían de sus orbes y se deslizaban por sus mejillas perdiéndose un vez tocaba la tela de el suéter. Estaba muy avergonzado por su comportamiento. Rápidamente sacó una banda lo suficientemente grande para sellar toda la herida, quitandole el protector de el pegamento para adherirlo delicadamente sobre el pecho de el alfa. Poniendo por completo su palma sobre el parche asegurandose de que quede correctamente adherido.
Las emociones del omega estaban a flor de piel, parecía un pequeño cachorro.
Así que rapidamente bajo su cabeza hacia el pecho desnudo de el alfa dejando un tierno besito sobre el parche recién colocado, sin dobles intenciones. Solo un tierno besito inocente que mostraba su total arrepentimiento.
Mientras un poderoso sonrojo se adueñaba ahora de el de tez morena.
Y debido a ese tierno acto, rápidamente jaló de el omega para sentarlo a arcadas sobre el mientras se dejaban caer a la cama juguetonamente, jalando de las cobijas y colocándolas encima de ambos cuerpos.
Y su corazón pareció volver a la vida al escuchar la preciosa risa que tanto había extrañado.
Esta vez era diferente, por que Namjoon no queria cuidar de forma fraterna a Seokjin.
Por que ya no podía seguir viéndolo solo como un amigo.
Al contrario, el quería que fuese su omega.
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Holaa, nuevo capítulo de hoy. Ya casi se acerca el cortejo de Nam hacia Jin <3
Si les gusto este cap déjenme una 🌟 lo apreciaría mucho.
