Me gusta la luz del sol, es tan relajante y reconfortante, te adormece, te deja sin sentido, es tan satisfactorio el modo en que te acaricia con sus rayitos calientes. Te sientes como en casa, todo lo malo desaparece solo estas tu y ella, ilumina todo con su luz y lo riega de un ambiente acogedor a la par que alegre. Su calor puede quemarte pero también puede calmarte en tus peores pesadillas, todas las tinieblas desaparecen con ella y se disipan en meros jirones de bruma, seca las lágrimas y alegra el alma, te saca una sonrisa cuando menos te lo esperas y te cuida como nadie. ¿A qué os recuerda?
El susurro de la Luna, tan suave y tan tentador, nos ilumina con su luz fría y falta de cariño pero nos seduce con sus misterios y todo lo que aguarda en la noche. Le susurramos palabras que jamás podrán decirse, confesamos sentimientos que podrían destruir amores, nos enredamos en ella hasta que no sabemos donde acaba ella y donde empezamos nosotros, hace que los más fieles corazones duden, nos promete aquello que el sol no nos puede dar, nos da lo que queremos pero sin dárnoslo, nos tienta y luego nos niega todo. Es fría y encantadora, hace que nuestros instintos más primitivos salgan, pero jamás podremos revelar que pasa cuando sale ella. Y tampoco sería seguro contarlo, o acaso me equivoco?
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El Diario de Gato
PoetryHuye, corre, sumérgete en las profundidades, alza el vuelo como un ave, sobrevive al desierto o perece ante el, muere y renace ante el mismísimo apocalipsis. Ama, odia, crea y destruye, pero no te pares, solo vive, la oscuridad se acerca y viene a p...