1.-El demonio y yo

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A sus 20 años, Naruto solo conocía la soledad. No entendía cuál era el problema; bajo su punto de vista era un chico agradable, tal vez un poco friki pero nada que fuera exagerado o molesto. Siempre buscaba encajar en algún grupo, pero nunca lo conseguía. Incluso los rechazados lo rechazaban.

Estaba harto y cansado de aquello, así que haría cualquier cosa para salir de esa situación.

Usando su celular, viendo un video que le apareció en tiktok -una fuente poco confiable pero es lo que había-, comenzó aquel ritual. Coloco un par de velas en el suelo, hizo un círculo con una tiza y reviso el video para asegurarse de que todo estuviera en orden.

—Yo, Uzmaki Naruto, llamo a las fuerzas del más allá —pronuncio con seguridad. Comenzó a sentir un ambiente frio en la habitación; todas las ventanas estaban completamente cerradas y aún así el fuego de las velas se movió como si una brisa de viento lo empujara —No importa quien sea, toma mi alma a cambio de concederme lo que deseo.

—Así que...tu alma —una voz ronca se hizo presente.

Naruto vio a su alrededor asustado, no podía identificar de donde provenía. El frio de la habitación se hizo más intenso; calaba en sus huesos.

—Siempre ya no señor demonio, ya me arrepentí, lamento molestarlo —dijo el rubio mientras temblaba asustado.

—¿Qué?

—Que ya no, ya me dio miedito —habló el chico asustado viendo a todos lados.

—¡¿Acaso crees que es un juego, mocoso?! —la voz se hizo más intensa, un extraño humo comenzó a salir del circulo

—No, no, no, solo que no pensaba que fuera real.

—Pues lo es.

Las velas se apagaron de golpe dejando en una profunda oscuridad la habitación y provocando que Naruto soltara un grito. Rápidamente encendió la linterna de su celular para ver a su alrededor, sintió una extraña sensación recorrer su espalda, como si alguien estuviera detrás suyo.

Se giro poco a poco, con miedo, y alumbro con la luz de su celular a aquella entidad que había invocado; Al hacerlo soltó el grito más agudo que jamás había dado.

— ¡Maldita sea, cállate! —exclamó aquel demonio cubriendo sus oídos.

Naruto corrió a la puerta para llegar al interruptor y encender la luz de la habitación.

Sus ojos azules miraban incrédulos aquella figura oscura que estaba presente frente a él. Vistiendo con ropas negras, un brillo rojo sobresalía de sus ojos oscuros que lo miraban molestos.

— ¿Quién es usted? —preguntó Naruto

—Puedo ser tu salvación, o tu perdición —contestó aquella entidad para caminar hacia el rubio abriéndose paso entre el humo.

Conforme se acercaba, Naruto pudo observar con más detalle su rostro, poseía una hermosura sobrenatural.

— ¿En serio eres un demonio? —cuestionó confundido, parecía más un ángel.

—Si, lo soy y he venido a hacer un trato contigo, Uzumaki Naruto —habló con aquel tono profundo.

— ¿Cómo sabes mi nombre? —pregunto.

—Tú lo dijiste hace un momento.

—Ah, es cierto. Perdón, con todo el miedo y los nervios se me olvida. —Naruto le sonrió mostrándose inquieto.

—Y bien, ¿entonces que es lo que deseas? —cuestionó esta vez de forma seductora. — ¿Fama? ¿Poder? ¿Riquezas? —comenzó a caminar alrededor de Naruto. — ¿Quieres que te convierta en el mejor cantante? ¿En toda una estrella? ¿O vas más orientado a los deportes? ¿Tal vez el mejor futbolista? Dime lo que deseas, y te lo daré.

Mi alma, mi decisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora