Los Demonios De La Reina #2

capítulo 15

Mi Cielo.

Celeste.

la ducha quedo hecha un asco con ellos, agua salpicada por todos lados, esponjas y juguetes por todos lados y que decir de su ropa tuve que decirle a Daren que me llevara otros conjuntos para ellos porque lo tiraron al agua.

Una vez están listos, salen del baño encontrando a Daren apoyado en la ventana mirando al jardín con una sonrisa.

-Papá tu Principessa esta lista – le dice Keira llamando su atención.

La mira con una sonrisa boba, admirando cómo ella se gira mostrándole su vestido rosa.

- ¿me veo helmosa? – le pregunta.

-iug – dice Theo atrás de ella.

Ella se gira enojada, pero Michael la abraza sonriente.

-kei bonita – le dice.

-Sai tonto – dice Keira abrazando a Michael.

-Keira – la interrumpo antes de que comience la guerra.

-papá ¿mamá helmosa? – le pregunta Theo.

-La más hermosa – dice Daren mirándome a los ojos.

- ¡Siii! – Gritan los tres.

- ¡Quielo helmanita! – Grita Keira.

Miró a Daren, el cual está sonriendo conteniendo la risa.

-Haremos todo lo posible...

-No – lo corto – olvídate de eso Keira.

-Peloo...

-basta Keira.

Me aliso el vestido con las manos el cual es ajustado pero largo hasta más abajo de las rodillas y de color blanco.

Salgo de la habitación y los dejo cuchicheando cosas, no estoy para ese tipo de conversación con ellos, son unos bebes todavía, no tienen por qué pensar en eso.

Pero el proceso de creación es delicioso – habla la voz en mi cabeza.

Si... No, no y no.

Me tengo que guiar por el nuevo plan y jugar a la familia feliz no está dentro del kit, en teoría si lo está, pero no.

Al menos es algo que puedo soportar ya que en el sexo es espectacular.

Al llegar a la cocina la cual es con un estilo antiguo como todo el resto de la casa donde el café ocre está en casi todas las partes junto al blanco.

Francesco y Fiorella están sentados en el taburete comiendo banana.

- ¿Ya se irá? – pregunta Francesco.

- ¿Por qué?

-mira a todos como si quisiéramos matarlo – Dice sonriente – yo creo que si fuera por el me mata aquí mismo.

No lo dudo.

Yo también lo note en su mirada, a pesar de estar emocionado por sus hijos las únicas dos veces que le dirigió la mirada a mi hermano le dejaba claro sus intenciones.

- ¿Qué le has hecho? – le pregunto con una sonrisa.

-Pues... ¿yo? Nada solo te separe de él pero que conste que si no lo hacía te llevaría Russell y eso no lo iba a permitir – admite – era alejarte de todos o permitir que ese desquiciado te llevara y perdieras a los niños.

-entonces me alegro que me llevaras – me sincero.

Porque tonta no soy y sé que, si lo hizo, no lo hizo con mala intención.