Pov Alex
De acuerdo...
Uno piensa que por una vez habrá un buen día de descanso. Disfrutar del sol, jugar a las cartas, andar en canoa, aplastar a los hijos de Ares en voleibol, PERO NO. Otro monstruo más quiere tener su oportunidad de probar un ataque al campamento.
Habían sido así incluso antes de que la gran mayoría de semidioses volviesen. Éramos solo los nueve que estábamos aquí, y probablemente fueron los ataques más duros. Gigantes, grifos, una enorme y asquerosa serpiente de diez metros de largo. Ugh, probablemente fue la peor... En verdad odio las serpientes.
Las cosas se facilitaron cuando los demás chicos volvían para el verano, pero los ataques se volvieron más constantes. Era poco decir que la gran mayoría apenas podía comprender cómo era que estos monstruos lograran atravesar la barrera. Se suponía que el pino nos protegería, decían.
Pues hacía ya algunos meses que las cosas empezaron a volverse extrañas.
No pudimos encontrar explicación alguna todavía. Intenté en más de una ocasión comunicarme con ella. Creí que podría tener otro vínculo con Thalia, como el que tuve al final del verano pasado. Pero pareció ser una sola vez, o tal vez fue mi propia imaginación.
Sea lo que sea, la barrera no funcionaba como debería, y los monstruos han atacado constantemente, obligándonos a defendernos, seamos los que seamos. Otra cosa rara de la que comenzaba a tener sospechas. Era imposible que hayamos tenido ese número de ataques en estas semanas. No había tantos fuera en el bosque como uno cree. Parecía como si alguien los estuviera guiando aquí.
En esta ocasión, fue el turno de una Quimera. Cayó e interrumpió nuestro momento de descanso. Perfecto, buena manera para iniciar el día. A ver, no siempre uno tiene la oportunidad de enfrentarse a una, pero esta era la segunda vez para mi, y estaba seguro de que terminaría muy mal. Pero siempre consiente de sea lo que sea a lo que nos enfrentemos, saldríamos ganando nosotros. Debíamos hacerlo.
Al adentrarnos en el bosque, los rugidos llegaban al punto de que se oían demasiado cerca. Algunos rastros de madera quemada, y césped en llamas se cruzaban en nuestro camino. Lee y sus hermanos se separaron, mientras rodeaban de dónde sabíamos que estaba la Quimera.
Había logrado mejorar mi relación con el hijo de Apollo. Bueno, no tuvimos ninguna antes, pero estar un año viviendo en el mismo lugar nos llevó a crear una especie de amistad. Con la mayoría en realidad. Entrenábamos juntos, comíamos todos juntos en una misma mesa, iniciamos una pequeña hoguera durante la noche, incluso nos colamos algunas veces en la gran casa para buscar las raciones de comida chatarra secretas del sr. D. Salió mejor de lo que esperábamos.
Silena una vez intentó que hagamos una especie de pijamada, a la que todos temimos cuando recordábamos a la arpía. Ninguno quería ser su cena, pero, ¿pasar una noche en la cabaña de Afrodita? ¿Quién no iría? Era la mejor y más cómoda de todas, por los Dioses. Yo viví en ella por un tiempo, y fueron los mejores meses de mi vida.
Pero los recuerdos del invierno desaparecieron cuando llegaba hacia el centro del conflicto. Oía a algunos campistas de Ares gritar, junto con los rugidos de la Quimera. A este punto, sabía que no habría marcha atrás. Me había preguntado desde la última vez si eran rencorosas.
Entonces llegué para ayudar a un campista, que reconocía de la cabaña de Athenea, por su rubio cabello y ojos grises, iguales a los de Annabeth.
-¿Manderville...?- Gruñó al verme.
-No hables.- Tenía una leve quemadura en su pierna, pero no era para tanto. -Estarás bien, ricitos de oro... Ya no exageres.-
Tomé una venda de mi bolsillo y comencé a cubrir su quemadura con ella, mientras una hija de Demeter vino a ayudarme. Ambos veíamos a los campistas de Ares cargar hacia adelante con sus pesados escudos. Todos manteniendo distancia, rodeando los distintos puntos alrededor de la Quimera.
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-Imprudente.- "El Mar de los Monstruos." (Saga Percy Jackson x Oc)
AventuraTras un año entero para Alex y sus amigos, un nuevo problemas se presenta en el campamento. Los peligros que amenazan la seguridad del lugar serán suficiente como para poner las cosas tensas entre ellos, y las soluciones parecen escasear a medida qu...