-Imprudente.- "El Mar de los Monstruos." (Saga Percy Jackson x Oc)

Capítulo 23: Nos desembarcamos por fin en la isla del Un Ojo.

Pov Alex

No sabía cuánto estuvimos despiertos hasta que Annabeth pensó por los dos, y sugirió, o más bien me obligó, a dormir un rato. Aprovechar las horas que quedaban de noche antes de que saliera el sol, y llegáramos a la isla de los monstruos.

Pero ella no había dormido en lo absoluto la noche anterior, y yo no estaba cansado que digamos. Convencerla no fue fácil, ni mucho menos, pero tras una pequeña discusión de argumentos terminó por suspirar y acceder, no sin decirme que la despertara si cambiaba de opinión.

Le dije que no se preocupara y que descansara, dejándome por fin solo en la cubierta. No me había dado cuenta hasta segundos después que seguía sonriendo en la dirección por la que se fue. Esta noche había sido algo que no querría olvidar.

Sacudí la cabeza y volteé hacia delante. Quería aprovechar el tiempo que tenía para pensar en todo lo que estaba pasando. No es normal la visita de un Dios. Es algo que con mala suerte pasa una vez por año. Pero dos... es que algo se aproximaba.

No sabía cuándo, no sabía qué, ni cómo... Solo se que sería pronto.

Que uno de ellos sea la personificación del sueño tampoco ayudaba. Sabiendo los problemas que tuve con los mismo durante años, y como la primera vez que vuelvo a dormir de verdad tenga un sueño como el que tuve...

-Thalia...- Susurré su nombre tras un suspiro.

Con todo eso, ella era lo único que se me venía a la mente. No deja de dar vueltas en mi cabeza desde que infectaron el árbol, ni tampoco puedo entender por que. ¿Por que ella?

Todo eso me hacía doler la cabeza. A este punto no sabía si era el Lethe, o simplemente los hijos de Zeus no estamos hechos para el mar.

Como sea, una cosa era segura. Si las hermanas grises estaban en lo correcto, entonces la ubicación de lo que busco estaba cerca. Y Jackson no se equivocó cuando dijo que ya casi llegábamos.

La isla de los monstruos comenzó a aparecer a lo lejos, al mismo tiempo que el sol comenzaba a salir al este.

Tan pronto la vi bajé a despertar a los demás, ambos durmiendo en hamacas cercanas. Jackson desparramado, teniendo un brazo y una pierna fuera con la boca abierta, mientras que Annabeth babeaba un poco por la esquina de sus labios.

Sonreía a la vista de ambos, tomándome un momento para inmortalizar esta imagen en mi mente. Con suerte, el Lethe no me la hará olvidar por un tiempo.

-Vamos, arriba Annabeth. Tú también Jackson.- Los desperté.

Jackson se asustó, probablemente teniendo otra pesadilla, mientras que Annabeth gemía irritada.

-¿Qué sucede?- Preguntó.

-Ya llegamos.-

Apenas dije eso, ambos me miraron y no tardaron en ponerse de pie para seguirme arriba, a cubierta. La isla ahora mucho más cerca que antes, aunque no era lo que esperaba.

Cuando piensas en "isla de los monstruos", imaginas rocas escarpadas y huesos esparcidos por toda la playa como la isla de las Sirenas. Pues la isla del Cíclope no era nada de eso. Quiero decir, está bien, tenía un puente de cuerda que cruzaba un abismo, lo cual no era una buena señal.

También podrías poner un cartel que dijera: "Algo malo vive aquí", pero aparte de eso, el lugar parecía una postal caribeña. Tenía campos verdes, árboles frutales tropicales y playas de arena blanca. De nuevo, no era lo que esperaba.