-¡Largo, ahora!- Hannah salió con tranquilidad aún si su amo estaba completamente histérico, ¿por qué?, bueno, simplemente porque la de cabellos blancos había entrado en la habitación del príncipe Alois cuando este todavía no decía "adelante".
Todos en aquél castillo ya estaban acostumbrados al mal humor de su amo, intentaron de todo para ayudarlo pero simplemente el muchacho nunca se dejó ayudar de ninguna forma.
Alois algo más tranquilo bajó hacia el salón comedor dónde su madre, la reina Leonor Trancy lo estaba esperando.
-¡Madre!, ¿iremos al pueblo hoy?- Ante la pregunta, la mujer lo volteó a ver con el ceño fruncido.
-¿Crees que te lo mereces? Te he dicho que así no se trata a los sirvientes.- Aún si su voz estaba llena de tranquilidad Alois chasqueó la lengua y rodó los ojos, nuevamente se había enojado.
-¡Fué culpa de Hannah!-Hannah no te hizo nada y lo sabes perfectamente.- Levantó la voz aún con bastante paciencia, pues sabía que solo así podía dialogar con su hijo.
-Estás castigado. No saldrás hasta que yo te dé permiso de hacerlo.-
El joven bajó la cabeza y no dijo nada más ante la sentencia, quería mucho a su madre y no le gustaba discutir con ella. Lo único que siempre maldecía de ella era cuando le ponía aquél castigo.Odiaba que su castigo fuera el encierro.
• • • •
-Pura mierda.- Observaba el cielo ya oscuro desde la ventana de su habitación recordando lo que había sucedido en el comedor al mediodía, y como incluso su ira lo hizo ordenar que llevaran la cena a su habitación para no tener que ver a su madre.
En ese instante se sentía como un prisionero, realmente a menudo se sentía así, e incluso sentía que la causa de ello eran sus propias emociones.
Lo que ellos tenían en común era lo que los aprisionaba.
• • •
En otra parte del reino, un joven de ojos y cabellos azules descansaba tranquilamente en una fría y pequeña cabaña en compañía de otras dos personas.
-¿Conseguiste algo?-No...¿Y tú?
-Sí, conseguí dos monedas y un trozo de pan que me obsequió el panadero.-
La muchacha de cabellos rubios y ojos esmeraldas señaló el pan sobre la mesa y entusiasmada sacó las dos monedas de una pequeña bolsita de tela que llevaba a todas partes.
-¡Lizzy esto es genial!, ¿cómo lo conseguiste?-Pues...estuve haciéndole mandados a las personas y como agradecimiento me dieron monedas...-
El chico peliazul le sonrió a su amiga sinceramente, él realmente valoraba su esfuerzo.
-Así que les ha ido bien hoy..-
Un tercero se unió a la escena con una pequeña bolsa de papel en mano, había escuchado lo que la joven había dicho y eso lo llenaba de tranquilidad.
-¡Sebastián!, ¿que tienes ahí?-A usted nada se le escapa.-
Soltó una risilla y bajo la atenta mirada de los jóvenes sacó un par de manzanas de la bolsa, que aunque no parezca mucho, ellos agradecían el tenerlas en la mesa.Elizabeth y Ciel dividieron el pan en dos y comenzaron a comer mientras le platicaban al mayor como había ido su día.
Luego de un rato los tres se fueron a dormir "tranquilamente".
••••••••
-¿No puede dormir?- Sebastián sorprendió a Ciel mirando el cielo en completo silencio.
El no recibir una respuesta fué como un "es cierto, pero no te lo diré", así que simplemente se levantó a servir algo de leche en una taza con un poco de miel para entregársela al joven.
-¿Qué es lo que le sucede?- Nuevamente se quedó sin respuesta.
-Sabe que puede decírmelo.-
Luego de unos minutos Ciel decidió romper el silencio.
-Esto...es agotador...-¿Trabajar?
-Sí....es decir....en este pueblo es muy difícil conseguir algún tipo de trabajo.
-Pues a la señorita Elizabeth le ha ido muy bien hoy.
-A decir verdad...a eso me refiero.- Su voz sonó un poco más baja, casi como un susurro.
-Quisiera que Elizabeth dejara de trabajar.- Soltó sin más.A Ciel no le molestaba el hecho de que a Elizabeth le fuera muchísimo mejor que a él en el aspecto de lograr conseguir más dinero o comida, sino que el sabía que a ella no le gustaba tener que trabajar.
-¿Por qué mañana no intentan ir al reino que está a poco tiempo de aquí?, he oído que ese pueblo no está tan mal como este.
-¿"El reino de la araña"?
-Ese mismo.
-Realmente es una buena idea... mañana iremos al menos a echar un vistazo.
Y así, ambos se fueron a dormir cuando terminaron de tomar la taza de leche.
~•~•~•~•~•
SORPRESA-!
Nueva historia, si que sí.
Este primer capítulo es como una
introducción de la vida de nuestros personajes.
Planeo que los capítulos sean cortos porque me estresa cuando quedan largos-
¿Les gustó?
Perdón si hubo faltas ortográficas y sigo mejorando redacción.809 palabras.
Gracias por leer!
-Sascha Millen
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Haunted
FanfictionAlois Trancy es el príncipe de un reino que no quiso gobernar, la soledad y emociones que nunca supo comprender lo consumen, lo hacen sentir en el infierno. Ciel Phantomhive es un chico humilde y amargado del reino vecino que termina coincidiendo co...