V.

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-Largo.

-Claro, con su permiso.- Hannah salió de la habitación de Alois y se dirigió a la cocina, pero se sorprendió cuando vió a Grete, la cocinera del castillo discutiendo con un niño en alemán.

-Grete, ¿qué sucede?

-Dieser kleine Gauner sagt, er hat etwas von Wolfram, ich habe ihn gefragt, wo Finnian ist, und er fing an, mich auf Französisch zu beschimpfen!

-C'est un mensonge ! Tu ne voulais pas me laisser entrer parce que je t'avais dit que Finny était occupé et tu as essayé de me faire sortir d'une manière très grossière.

-En español, por favor.- Respondió serena, pues en realidad si había entendido lo que ambas personas dijeron, pero conociendo a Grete, si le prohibía discutir en su idioma natal  se calmaría.

La pelinegra suspiró hondo.
-Dije que este pequeño estafador dice traer algo de Wolfram, pero le pregunté dónde está Finnian y empezó a insultarme en francés.

-¡Digo que eso es mentira!, no querías dejarme entrar porque te dije que Finny estaba ocupado y trataste de echarme de una manera muy grosera.

-Du kleiner Dieb!*- Grete estuvo a punto de llamar a los guardias para que sacaran a Ciel del castillo, sin embargo Hannah le pidió silencio de una forma tranquila, y esta a regañadientes obedeció.

-En primer lugar es mi deber preguntar, ¿cómo llegaste aquí y por qué Grete está tan alterada?

-Bueno, verá...

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Minutos antes...

Ciel caminó hacia al castillo, cosa que no le resultó difícil ya que era visible desde lejos, el problema llegó estuvo enfrente de este, ya que no sabía muy bien como dejaría que los guardias que vigilaban los alrededores le permitieran el acceso.

-Buenos días...vengo de parte de Wolfram a entregar esto.- El miedo con el que el chico señaló la bolsa de papel desapareció cuando uno de los guardias lo miró a los ojos y con tranquilidad le respondió.
-Sí, rodea el castillo y entra por la puerta de servicio.- Ciel pudo estar más calmado, hizo lo que el guardia le indicó pensando que tal vez en este reino todos se tenían confianza y que por eso ni siquiera lo detuvieron a revisar la bolsa.

-¿Buenos días...?

-¿Ey, que haces aquí?- Una mujer alta y de cabello negro lo recibió, por la descripción que Wolfram le había dado pudo identificar que ella era a quien buscaba.
-Buenos días, vengo de parte de Wolfram, me pidió que le entregara esto.- Le entregó el pedido y la mujer leyó la nota con una mueca de confusión.
-No puedo dejarte entrar, ¿dónde está Finnian?

-Está ocupado, por eso me pidieron venir a mí.

-Buen intento niño, vete de aquí.- Le regresó el sobre con una cara molesta.

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