-¡Largo!
-Su alteza, soy Sebastián.- Al escuchar eso, con rapidez el rubio abrió la puerta de su habitación.
Estaba frustrado,no sabía que hacer o a dónde ir.
-Ya se hizo un equipo de búsqueda.-Bien, ¿Leonor ya lo sabe?
-Sí Alois, ya lo sé.- Sorpresa, la reina estaba ahí.
-Ya se hizo la alerta, todos ya están resguardados en casa, si algo sucede ya están preparando el castillo para recibir a los aldeanos.- Mientras hablaban de dirigían a la salida, los caballos estaban preparados con pequeñas bolsas de primeros auxilios con cosas básicas e importantes.-Bien. Yo iré con ustedes al pueblo.
-Alois, no. Es peligroso, deja que vayan ellos.- Pedía. Rogaba la reina.
Pero claro, el rubio hizo caso omiso, él sabía usar una espada, creía que con eso sería suficiente.Incluso Claude intentó frenarlo, diciendo que era inútil ir, que solo provocarían aún más conflicto y los atacarían más rápido.
"A mí eso no me importa, yo los traeré aquí de vuelta aunque sea lo último que haga." Fué lo que respondió.-Perdón Leonor, pero esta vez no te haré caso.- Fué lo último que dijo una vez que estuvo listo, se subió a su caballo y un grupo de cinco soldados en total partieron a la peligrosa búsqueda deseando llegar vivos.
(...)
Duele...
No puedo respirar...Abrió sus ojos de repente, no tenía muy claro cómo lo logró.
Sentía un gran peso encima suyo, no en el sentido metafórico, literalmente sentía algo muy pesado.
Su visión estaba limitada al techo de su cabaña, o al menos, lo que podría quedar de ella.
Una luz roja lo hizo conciente de que había fuego cerca, el polvo que le daba cosquillas en la nariz le recordaba el derrumbe.Era más trágico de lo que parecía.
Su cara mostraba mucha calma, quizás era adrenalina, pero estaba terriblemente asustado.
Lizzy está llorando, gritando.
No tiene fuerzas de girarse y ver dónde y cómo está, solo sabe que está sufriendo, se siente aliviado de que ahora puede respirar un poco mejor, pero eso no durará mucho porque hay fuego.-L-Lizzy...- Eso sonó muy bajo, ella no lo escuchó.
-¡L-Lizzy...!- Pronuncia más fuerte, luego no escucha nada, pero después unos balbuceos lo hacen sentir mejor, Elizabeth ya escuchó su llamado.
-¡CIEEEL!-Sí...necesito...que te calmes...y dejes...de gritar.- La rubia intenta obedecer, pero siente mucho dolor en su cuerpo y eso hace que siga llorando pero de una forma más controlada.
-Y-ya...-Sí, muy bien...dime ...la situación.
-T-Tienes una...una... madera encima y un...vidrio incrustado en la pierna y tú mano... se ve mal...- Demonios, eso sí qué está mal.
No puede moverse.-Tú, ¿cómo... estás?
-Me golpeé, me duele mucho.- Dice entre sollozos, Ciel quiere preguntar dónde se golpeó, también espera que solo sea eso lo que le pasó.
Pero sus fuerzas comienzan a desvanecerse.-¡CIEEEL, NO TE DUERMAS!- Grita, eso fué de mucha ayuda ya que el ojiazul sigue despierto.
Elizabeth comienza a pensar que hacer.
-Me golpeé en la frente...me duele y hay sengre en mi mano...me corté en el abdomen.-¿T-Te puedes mover...?
-Sí pero...duele mucho...- Dice.
A él también le duele, él no se puede mover.
-¿Lo...tienes?- Pregunta y la joven asiente, con sus brazos protege aquello que Ciel le suplicó que cuidara con su vida.
El motivo por el que no querían salir de casa.

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Haunted
FanfictionAlois Trancy es el príncipe de un reino que no quiso gobernar, la soledad y emociones que nunca supo comprender lo consumen, lo hacen sentir en el infierno. Ciel Phantomhive es un chico humilde y amargado del reino vecino que termina coincidiendo co...