-Largo.- Dijo Ciel.
En realidad esa niña no parecía alguien con quien podría llevarse bien.-¡O-oye!, solo es una pregunta, no tienes porqué ser tan grosero...- Hizo un pequeño puchero, pues quizás no había preguntado por alguna segunda razón más que saber.
-¡Entonces no preguntes con ese tono de voz!- Sentía su cara caliente, aquello había provocado su sonrojo, quitó las manos rápidamente y se cruzó de brazos.
-Hahaha. Está bien. Me disculpo.-Pues no, no estoy soltero, muñeca.- Intentó no sonar más grosero y devolver el apodo con el que había sido llamado antes.
-Doll. Soy Doll, porfavor no me llames muñeca.- Pidió, esta vez con un voz seria.
-Está bien, pecas. Pero tú tampoco me llames muñeco. Soy Ciel.-¿Pecas?, vaya, eres creativo. Pero está bien niñejo.- Sonrió.
Bueno, retiraba lo dicho, quizás si podrían llevarse bien.
(...)
-¡Atención, soldados!- La fuerte voz del capitán Faustus resonó por el lugar, por lo que todos pausaron sus actividades y se agruparon cerca del hombre que tenía una carta en su mano.
-Su majestad la reina me ha pedido comunicar un asunto de grave importancia, algo que podría ser perjudicial para nuestro reino.- Abrió el pergamino y con voz alta y firme comenzó a leer lo escrito en ese pedazo de papel.
Rápidamente la cara de los presentes se tornó aterrada, miedo puro era lo que sus ojos eran capaces de reflejar.
-¡Nuestro deber y prioridad como la orden de caballeros de este reino es proteger a la reina Leonor y al príncipe Alois así como defender al pueblo!, ¡el miedo no será más que un distractor que convertiremos en motivación para luchar con nuestro escudo y espada!, ¿¡han oído!?- Gritó, miente si dice que no está muriéndose de miedo, pero intentaría ignorarlo, porque el miedo no existe para "El capitán de la Orden de los Caballeros Reales, Claude Faustus."
Total, si la había librado una vez, si había vuelto del infierno una vez, podía hacerlo dos veces.
Era una verdadera lástima que Sebastián Michaelis estuviera haciendo guardia, ignorante de lo que sucedía.
(...)
La reina caminaba a paso apresurado hacia la habitación de su hijo, su cara era de una angustia inimaginable.
-¡Alois, hijo!- Tocaba la puerta de la habitación del rubio con desespero, al cabo de unos minutos esta fué abierta.
-Por...todos los rubíes, ¿qué sucede?-¡Necesito que sepas lo que está sucediendo!, pero aún no puedes decir nada por ningún motivo.
-¿¡Qué!?, ¿¡cómo por qué!?- Gritó confundido, no es que le molestara, pero por la forma en la que su madre se lo exigía lo preocupaba de sobremanera.
-Otra vez... está a punto de ocurrir otra vez, la historia se repite Alois.-Mierda... ¡Dime que es mentira!
-Que más desearía. Pero no lo es, e incluso, ya comenzó.-
(...)
La tarde había pasado bastante rápido, Doll y Ciel parecían llevarse bien, por un par de horas un cálido ambiente se había formado entre ambos jóvenes y Baldroy.

ESTÁS LEYENDO
Haunted
FanficAlois Trancy es el príncipe de un reino que no quiso gobernar, la soledad y emociones que nunca supo comprender lo consumen, lo hacen sentir en el infierno. Ciel Phantomhive es un chico humilde y amargado del reino vecino que termina coincidiendo co...