« Think I fall in love with you » - Steddie.

021.

Nancy conducía; iban turnándose con Steve para hacerlo.
En el trayecto a la casa de los Creel iban hablando, bromeando, solamente deseando que todo saliera bien...

—Ok, ¡Ya dilo!, Nos rendimos.—Dijo Eddie; en ese momento todos estaban jugando al clásico "Veo, veo". Era el turno de Max, pero al parecer se las puso muy difícil.
—Ese estante de allá.—Señaló riendo.
—¡No puedo creerlo...!, Estamos ciegos, muy ciegos.—Dijo Robin.
—Si, lo están.
—Ok, mí turno...—Dijo Eddie.— Veo, veo.
—¿Que ves?.—Preguntaron al unísono.
—Una cosa.
—¿Qué cosa?.
—Maravillosa.—Dijo entre risas por lo infantil que sonaba todo, aún que lo disfrutaba.
—¿De que color?.
—Color, color...—Observó todo con detalle.— Rojo.
—Hmmm, ¿Está parte de mí camisa?.—Dijo Lucas señalando una parte roja de su manga.
—Nop.
—¿Mí saco?.—Dijo Max. Negó con la cabeza.
—¿Eso de allá?.—Señaló Steve.
—Nop. ¿Se rinden?.—Luego de varios intentos fallidos, se rindieron.
—¿Que era?.—Dijo Steve, sentándose cerca de el mientras por alguna razón Robin se iba a sentar al lado de Nancy.
—El cabello de Max...—Intentó contener su risa y sonrisa, pero ante las quejas de los demás no pudo.
—¡Injusticia, no se vale!.
—¡A la hoguera!.—Dijo el rizado.
Levantó las manos en señal de defensa.—No es mí culpa que necesiten lentes.—Río.
—Oye, Eddie, ven. Quiero hablarte...un momento.—Le dijo un tanto serio Steve a Eddie de la nada. Lo miraron confundido, incluso el pelilargo.

A pesar de eso, Eddie lo siguió a una parte intermedia de la casa rodante; los menores optaron por seguir hablando y jugando.

—¿Sucede algo?, ¿Por qué tanta privacidad?.
—Solo...—Suspiró y murmuró.— tengo miedo...mucho.
—Steve, es normal...yo...también lo tengo.
—No, no entiendes...siento lo mismo que Robin; a-alguien va a...
—Steve.—Lo interrumpió el pelilargo, entrelazando sus manos vigilando que nadie los viera.— Eso no pasará...¿Ok?, Nadie morirá, lo prometo.
—No estoy tan seguro, Edds...
—Prometo que nunca te dejaré...
—Mas te vale cumplirla.—Lo abrazó, hundiendo su cabeza en el hueco del cuello del contrario. El pelilargo correspondió, acariciando levemente el cuero cabelludo de su pajera.
—¡Awwww, se quieren, se aman...!.—Dijo Dustin; Lucas los miraba sonriendo, Max hacia un corazón al rededor de ellos con sus manos y Erica trataba de no reírse. Eddie les sacó el dedo del medio.
—¡Dejen de ser tan jodidamente chismosos y sigan jugando!.—Los cuatro rieron.
—Como tu digas, enamorado.—Le dijo Erica sonriendo; el pelilargo rodó los ojos, y finalmente los otros dejaron de molestar.

Se separaron del abrazo y Eddie pudo notar los ojos cristalizados de su pareja, cosa que hizo que sintiera una punzada en el pecho.

—Steve...hey, no, por favor, no llores o yo también lo hago.—Tomó delicadamente su rostro con ambas manos, mirándolo preocupado.
—No se que hacer...tengo miedo, mucho miedo...—Dijo el castaño sintiendo aquel nudo en la garganta. Eddie volvió a abrazarlo, solo que está vez, con un poco más de fuerza.
Suspiró antes de hablar.—¿Te digo algo?, A la mierda con todo, si quieres llorar hazlo; no me moveré de aquí hasta que estés mejor...no soporto verte mal, y no quiero que guardes todo eso en tu interior.—Al sentir los pequeños sollozos de su pareja, acarició lentamente su espalda.—Esta bien...no lo retengas...estoy aquí, y cómo dije antes, nunca te dejaré...

Pasado un rato, el castaño pudo calmarse, sintiéndose tranquilo y protegido en los brazos del pelilargo.
Se separaron del abrazo y Eddie se encargó de secar las lágrimas de su rostro.

—¿Mejor?.
—Sí...
Sonrió levemente.—Me alegro.—Miró a todos lados, asegurándose de que nadie los vea.—...¿Quieres un beso?.—Murmuró.
El castaño se sonrojó y susurró.—Los niños ya sospechan algo...¿En serio?, Es decir, sí, quiero, pero...n-no lo sé.
—No están mirando ahora...—Steve suspiró y unió sus labios en un corto, rápido y amoroso beso.— Bueno, vamos, será mejor que sigamos al lado de los demás mientras podamos.
—Cierto, muy cierto.