៚ 𝗧𝗫𝗧 ଓ ┈─ Huening Kai, es un chico de actitud fría e indiferente el cual no le gusta destacar y no es bueno socializando, causando que no tuviera ningún amigo aunque no le importaba en absoluto.
Al iniciar el año en una nueva escuela, toda su v...
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Las embestidas de Yeonjun cada vez eran más rápidas y duras, mi cuerpo se estremecía tanto hasta llegar al orgasmo, perdí todo sentido y me dejaba guiar por la lujuria de mi cuerpo, pidiéndole más y más hasta que mi voz se fue apagando. Trataba de convencerme que la causa de esto era el afrodisíaco en mi cuerpo, tratando de evitar la realidad de mis acciones...
—Yeonjun... mi cuerpo sigue caliente, quiero más... por favor, dime... ¿Qué me esta pasando?—solté entre jadeos mientras fuertemente agarraba su espalda. Yeonjun, soltando una pequeña sonrisa, se acercó a mi y susurró:
"Te estás volviendo completamente mío, dejándote llevar por el placer que te estoy dando, pero descuida, te daré placer todo el tiempo que permanezcamos juntos. Porque nadie te amará más que yo"
Al terminar, lentamente lamió mi oreja para luego dirigirse a mis labios para nuevamente poder besarles, esta vez, por alguna razón en vez de alejarlo, con mis brazos comencé a abrazarlo mientras él proseguía con sus embestidas hasta llegar el punto en el que eyaculo dentro de mí, podía sentirlo, cómo su esperma corría por mi cavidad, se sentía tan caliente pero a la vez tan bien.
—Terminamos por ahora Kai, descansa, espero con ansias que comencemos a hacer cosas de parejas—dijo mientras sonreía de emoción, comencé a sentirme muy cansado, hasta el punto donde caí dormido sin poder decir una palabra al respecto...
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La luz del sol iluminaba mis ojos, haciendo que despertara, desconcertado y mareado, recordé vagamente lo que había ocurrido poco a poco, no podía creer lo que había hecho, mi actitud cambio completamente al momento en el que me encontraba bajo el efecto del afrodisíaco, mire a los alrededores y Yeonjun no se encontraba, traté de levantarme olvidando por completo las cadenas, pero... al mirar mis piernas me percate que estas no estaban, ya no me encontraba encadenado...
Rápidamente me levante de la cama pero caí al instante, mis piernas temblaban, obviamente por lo sucedido de ayer. Lentamente trate de mantenerme en pie mientras me acercaba a la puerta, al llegar, apoye mi oreja en esta para verificar, con el ruido de los pasos, si alguien se acercaba.
Al verificar que nadie se encontraba del otro lado, acerqué mi mano a la perilla y lentamente comencé a girarla. Los nervios invadieron mi cuerpo inmediatamente, ¿Qué encontraré del otro lado de la puerta? ¿Habrá alguien mas encerrado o alguien a quién acudir por ayuda?, muchas preguntas se cruzaban por mi mente, pero... Aún así decidí pasar aquella puerta...
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