24

215 27 18
                                    

Mei

—¡Vamos de fiesta! —que mala idea juntarnos este día —así como Izanii fue de fiesta, nosotras sacaremos a Mei también.

—Yo me apunto —Senju apenas tenía 18 años..., madre mía.

—Yo igual.

—Bueno, supongo que también iré —Hina, mi dulce Hina.

Así fue como comenzó mi día..., apenas iba empezando, pasamos por algunas tiendas viendo algunos vestidos, todos cortos y sexis a petición de Emma, yo no tenía voz ni voto, asique debía aceptar. 

—No me gusta..., te hace ver..., como decirlo, ¿niña? —suspiré rendida para usar un conjunto sencillo.

—Oh..., sofisticada, me gusta.

Aunque claro, apenas llegamos a casa, Izana salía de la ducha, y pensar que todo eso era mío.

—Ya llegué.

—Bienvenida, ¿cómo te fue? —me acerqué para besarlo un poco.

—Bien...

—¡Izanii! ¡Vístete! —Ahí se acabo mi paz, todas las chicas miraban, me daba algo de pena, y que decir de Izana que hizo caso.

—¿Por qué no me dijiste que estaban aquí? 

—Porque no creí que entrarían así de la nada, lo siento —me senté en la cama mirando como se cambia, era inevitable, el suele hacer lo mismo.

—Bueno, ahora Emma me molestará con esto por el resto de mi vida.

—Puede ser.

Aunque no duró mucho ya que sacaron a Izana de la habitación, para luego meterme al baño y alistarnos una por una.

Cuando salimos, Izana veía aburrido la televisión, no quería irme, no quería dejarlo solito. 

—¿Saldremos a algún lado?

—Nosotras sí, tu no —Yuzuha respondió por todas, yo sólo suspiré derrotada.

—¿Qué? ¿A dónde irán?

—De fiesta Izanii.

—Pero, ¿por qué? —sonreí con ternura por ello, no quería irme tampoco.

—Izanii, nos vemos mañana.

—Emma, espera, ¡no te la lleves! —apenas podía seguirles el paso.

—Tranquilo, no beberemos mucho, ¿de acuerdo? en todo caso, trataremos de no volver tan tarde —dije mientras besaba un poco sus labios y mejillas.

—Pe-pero Mei...

—Nos vemos cariño —cerré la puerta para comenzar a irnos.

 Me dejaba mal sabor de boca dejarlo así, se veía tan adorable, no pueden culparme, es el chico que me lleva de la mano a todos lados, me abraza protectoramente cuando hay chicos pasando cerca, comemos ramen y bollos de carne cuando podemos, me consiente en mis días horribles, y se deja consentir en sus días malos, me abraza por las noches y en ocasiones se despierta temprano sólo para verme dormir, amo a ese chico.

—Sólo serán unas horas.

—Hina, ¿cómo soportas estar lejos de Takemichi?

—No lose, supongo que es porque Mikey lo rapta cuando tiene oportunidad, me acostumbré a eso, pero siempre se acuerdo, por mensaje, pero lo hace.

—Son tiernos.

—Ustedes también lo son, sólo que acostumbraron a pasar mucho tiempo juntos que se les hace difícil estar separados.

KODOKU - Izana KurokawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora